“Yo no vivo de un sueldo estatal”
Las empresas de servicios que a usted se le ocurra, generalmente optan por sistemas de propagandas que aluden a los años de experiencia en el sector, la eficiencia y eficacia al desarrollar sus actividades en el mercado, sus slogans sostienen, por ejemplo: “los años de experiencia abala la calidad de nuestros servicios” o también “el mejor servicio en el menor tiempo posible”, etc.
En estos años de pandemia muchas empresas, de aquellas que pudieron desarrollar sus actividades como, por ejemplo, las vinculadas a la fabricación y comercialización de alimentos y demás; multiplicaron de forma extraordinarias sus ganancias haciendo un uso abusivo en muchos casos, de una herramienta fundamental de la economía cómo lo es, el precio de un producto.
Otras lamentablemente se fundieron, principalmente los pequeños y medianos emprendimientos gastronómicos, de transporte y otras.
Por ello resulta necesario y razonable, reflexionar respecto a la actitud de un sector empresarial de nuestro país, que durante años han acumulado una monumental fortuna gracias al esfuerzo realizado por sus trabajadores y trabajadoras, a quienes hoy en este tiempo de pandemia los abandonaron a su suerte.
Es el caso de las y los trabajadores de la empresa de transporte que en forma desesperada realizan medidas extremas de pedido de auxilio para poder llevar el plato de comida a la mesa de su familia, porque hace tiempo, los empresarios no les abonan sus merecidos sueldos. Estos no son capaces de traer parte de todo aquel millonario capital fugado a los paraísos fiscales para afrontar en este tiempo de peste las necesidades de sus empleados.
Y que, además, para restablecer el servicio de transporte, exigen subsidio al gobierno a fin de poner en condiciones sus unidades; asimismo a fin de mes, les dicen a sus empleados que no les pueden pagar los sueldos porque no están brindando los servicios, obligando de esta forma a las y los trabajadores a organizar medidas de protestas para que el gobierno atienda las obligaciones financieras que sus patrones dejaron de cumplir.
Esto es insólito; solo en nuestro país las y los empresarios corruptos exprimen desde ambas vías al gobierno nacional, provincial y municipal.
Las y los argentinos nos debemos un profundo debate sobre las acciones delictivas ejercidas por muchas y muchas personas disfrazadas de empresarios de cualquier sector o rubro para estafar al estado argentino con eternas gestiones de solicitudes de préstamos y subsidios millonarios para un sospechoso salvatajes o rescate empresarial a los fines de proteger las fuentes laborales.
Préstamos y subsidios que en muchos casos jamás son devueltos, debemos conocer respecto de los giros de ganancias a bancos extranjeros, sobre la monumental evasión impositiva, el alto porcentaje de personal NO registrado, (por irregularidades en este último punto muchas empresas no pudieron acceder a las ayudas económicas implementadas por el gobierno nacional y provincial) otros.
Todos somos empleados estatales en nuestro país, la actual pandemia puso las cosas en su lugar, estos ciento treinta empleados de la empresa de transporte al qué hoy el estado provincial los asiste con una ayuda por única vez de veinte mil pesos, así lo demuestra.
Juan Ramon Lezcano
Partido Nuevo Encuentro Formosa