Y UN DÍA ALFREDO BARRAGÁN REMÓ EN FORMOSA

Por Rocío Chavez y Dany Gómez

El Club Náutico Formosa fue una de las agrupaciones que participaron en la travesía náutica en kayaks por el aniversario 143 de la fundación de Formosa. Los remeros se preparaban para recorrer parte del riacho Monte Lindo y del río Paraguay. Zarparon el lunes 4 de abril desde el puente de la ruta nacional 11 sobre ese afluente del río y llegaron al puerto de Formosa el jueves 7. No fue una travesía más. Uno de los remadores fue el gran Alfredo Barragán y estaba en el club metido en los preparativos. El diario Formosa estuvo presente en la reunión donde estaba este formidable expedicionario argentino.

Participaron alrededor de 100 palistas de Corrientes, Misiones, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires entre los que estaba el múltiple campeón náutico Carlos Baccarezza. Fue organizada por la Municipalidad de Formosa.

La participación del legendario expedicionario le dio un aura trascendental a la travesía. Es el oro, el incienso y la mirra regalados a los formoseños que resignificaron esta excursión convirtiéndola en una peregrinación que brilla con luz propia. Será por mucho tiempo el punto más alto en la historia de la navegación deportiva formoseña.

El capitán Barragán, con eficacia aplastante, concretó expediciones imaginadas solo por los autorizados por la humanidad a relatarnos: Los poetas. Barragán es un expedicionario enamorado de lo que encara y, por lo tanto, imparable. Es montañista, navegante, entre otras disciplinas; cineasta, abogado, divulgador científico y conferencista.

Hizo 30 expediciones en 50 años: Fue cinco veces al Aconcagua, cruzó la cordillera de Los Andes en un globo aerostático, incursionó en el Everest, el Mont Blanc, el Kilimanjaro; estuvo en la Antártida, navegó el río Colorado y cruzó el mar de las Antillas en kayak. Pero la mayor proeza fue la expedición Atlantis.

Atlantis: un acto superior

La expedición Atlantis; una gira por el mar en un barco de construcción artesanal con una vela, troncos, sin timón y cabos hechos con fibras naturales. La Armada Argentina dono velas en desuso de la Fragata Libertad. Es una balsa de 13,6 metros de largo por 5,8 metros de ancho en la que Barragán, Jorge lriberri, Daniel Sánchez Magariños, Oscar Giaccaglia y el camarógrafo de ATC, Félix Arrieta, zarparon el 22 de mayo de 1984 desde el puerto de Tenerife (islas Canarias, España).

Los vientos y las corrientes atlánticas los llevaron a La Guaira (Venezuela). Una colosal expedición de 52 días que engulló 5.000 km de puro océano y viento impulsada con la energía de las voraces mentes, cuerpos y espíritus de estos marinos inolvidables. La incomprensible gesta transoceánica, además, engrosó la teoría de que navegantes africanos podrían heber llegado a América miles de años antes que los esclavos acarreados por las coronas europeas a partir del siglo XV.

Dos expedicionarios

La tripulación de la Atlantis está en el podio de los expedicionarios de la humanidad. La proeza que concretaron estos marinos los pone a la altura de aquellos navegantes europeos que se apoderaron de la Tierra esférica y se lanzaron a los mares, como los vikingos o Colón y la expedición Magallanes-Elcano, a quienes la candorosa educación primara se encarga de exhibirlos. Tampoco hay dudas de que la expedición Atlantis es la realeza del mundo de personajes fantásticos y las fabulosas historias que nos dejaron escritores como Herman Melville o Julio Verne. Leyendo lo que hicieron estos personajes de ficción, no puede uno dejar de pensar en la expedición de los argentinos. Lo bueno de todo es que viven, son del vecindario rioplatense. ¡Mejor aun!: El capitán Alfredo remó con formoseños por nuestro río. La presencia del capital de la Atlantis le da un valor emocional y místico. La vuelta Fermosa no volverá a ser la misma después de esto. Barragán desembarcando en el mismo lugar que Fontana es la evidencia de que estas barrancas son el sagrario mayor del río Paraguay.