Vía Crucis formoseño: una expresión de la fe que transita de punta a punta la provincia

Se cumplen 25 años del Vía Crucis formoseño, aceptado oficialmente como el más largo del mundo por el libro Guinness de los récords. El Vía Crucis formoseño tiene 501 kilómetros de largo y atraviesa todo el territorio provincial finalizando en el límite con la provincia de Salta. Nació por iniciativa del Monseñor Pacífico Scozzina en el año 1997. 
El mismo consiste en 14 cruces de madera de quebracho y algarrobo, plantadas a lo largo de la ruta nacional 81. 
Cada cruz del recorrido rememora algún episodio particular de la historia formoseña, también celebra algún oficio o profesión y rinde homenaje a los nativos, los inmigrantes y los misioneros, con mensajes basados en la espiritualidad.
Luego de una interrupción de dos años por la pandemia y bajo el lema: Por la cruz, a la luz, los peregrinos lo realizarán nuevamente este año. Será desde el 6 de abril con los cicloperegrinos y desde el 8 de abril con automóviles, parando en cada posta para compartir sus plegarias. 
A su vez, también en este 2022 se cumplen cuatro años del peregrinaje desde Clorinda por la ruta 86, pasando por la ruta 95 y uniéndose a la ruta 81.

Fe en dos ruedas

Si bien solía realizarse solo en automóvil el Vía Crucis Formoseño, pero en el 2008, Celia Insaurralde decidió intentar realizarlo con su bicicleta. Desde entonces y con el apoyo y bendición del Monseñor Pacífico Scozzina, se constituyeron los llamados cicloperegrinos. De manera que este año se cumplen 15 años de realizar esta actividad. 
Es durante el tiempo de cuaresma que un grupo de ciclistas realiza esta peregrinación “llevando su amor y confianza puesta en la cruz, que es la esperanza de salvación” a lo largo de las localidades de la ruta 81.