Una de las grandes obras que trascienden a los hombres
El gobernador Gildo Insfrán, quien el 18 de septiembre de 2007 presidió la ceremonia de finalización de las obras de pavimentación de la ruta nacional 81 en 212 kilómetros de esta provincia entre Las Lomitas y la Línea Barilari y en 190 kilómetros de Salta, dijo que el pavimento en el sector Las Lomitas–Línea Barilari fue ejecutado simultáneamente en siete tramos con una inversión cercana a los 400 millones de pesos “es un patrimonio del pueblo formoseño, fruto del esfuerzo y de la perseverancia”.
Tras dedicarle muchos años a promover a nivel nacional la ejecución de estos trabajos en consonancia con la gestión del gobierno formoseño, no pude ocultar mi emoción cuando asistí a su culminación.
Al acercarme a Gildo Insfrán le consulté sobre sus sensaciones ante este emprendimiento por el que mucho trajinó en los niveles nacionales. “Esta obra se realizó por la comprensión de parte de quien, como el compañero Néstor Kirchner, tomó la decisión política para que se ejecutaran 400 kilómetros de pavimento de la ruta 81 en forma simultánea en tres años”, me dijo.
Insfrán tuvo un gesto deferente para con este redactor porque supo siempre del compromiso con ella desde hace muchos años, inclusive con anterioridad a su llegada a Formosa desde Laguna Blanca.
Consideraba que Kirchner asumió una actitud sensata al reconocer la necesidad de que esta vía se construya para cambiar el destino de esta parte de la Argentina, contrariamente a como se comportaron otros presidentes que lo antecedieron, lo admitió para hacer notar que esa fue la razón por la que se tardó tanto para conseguir este hecho valioso e importante para la historia de Formosa y del norte argentino.
Hubo gestiones intensas que tropezaron con la indiferencia y la incomprensión nacional, se le sugirió. Pero Insfrán prefirió la cautela: “Eso es parte del pasado. Lo importante es disfrutar de este hecho y saber aprovechar la obra para el desarrollo y la inclusión social que requieren nuestra provincia y la Nación”.
Sobre lo que se siente al reconocerse como impulsor de una obra de tamaña magnitud admituó que “en verdad, todos los días uno siente una inmensa alegría en este trabajo cuando tiene relación y está expresado para la construcción del bien común”.
“Este es un hecho muy importante -calificó- pero solo no nos hubiese servido de nada .Esto sirve dentro de un proyecto integral y sistémico. Por eso cada vez que ponemos una piedrita en cualquier parte de la provincia es porque responde a un proyecto”.
Insfrán, quien comandó personalmente la maquinaria pavimentadora en los últimos metros que transitó para cerrar definitivamente el tramo que demandaba la capa asfáltica, no dudó cuando lo consulté acerca del modo como debía valorarse este emprendimiento: “Esta es una de las grandes obras que hemos construido en Formosa y que trascienden a los hombres”.
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Cronología del acto
Todo comenzó a las 10.15 horas del martes 18 de agosto de 2007 con el arribo al lugar del gobernador Insfrán y el ingeniero Nelson Periotti, administrador de Vialidad Nacional. Fueron recibidos por grupos importantes de pobladores criollos y aborígenes wichí de la zona, así como también de gran parte de los intendentes municipales de la provincia que se asociaron unánimemente al regocijo colectivo por la culminación de una obra que había comenzado en los inicios de la década del 70 y que continuo luego con intermitencias y promedios de 30 kilómetros cada tres años.
-En agosto de 2004 se anunció la decisión política del presidente Néstor Kirchner. No solamente avaló el pedido formoseño de que se continuaran pavimentando nuevos tramos sino que, además, aprobó la construcción total hasta la línea Barilari. A ellos se sumaron otros 6 tramos del lado salteño, en una demostración de la visión federal y del criterio de rentabilidad social que se privilegió por sobre los criterios neoliberales que aletargaron la ejecución de la ruta 81 con el argumento de que era inviable por la escasez del movimiento del transporte en la región.
-A las 11, Insfrán ascendió a la pavimentadora y hasta allí llegaron aborígenes, criollos, intendentes, ministros, subsecretarios, empresarios de la Federación Económica de Formosa, de la CENEA y de la Cámara de Industria y Comercio así como de entidades ruralistas de Las Lomitas y otras localidades del centro oeste y oeste del territorio. Había también dirigentes gremiales, políticos y de entidades productivas, médicos, gendarmes, policías, docentes, periodistas, funcionarios de Vialidad Provincial y del distrito 22 de Vialidad Nacional y contingentes de las poblaciones dispersas de una zona otrora marginal que ahora se integra definitivamente al territorio formoseño, a la región, al país, al continente y al mundo.
-El momento culminante se registró a las 11.45 cuando Insfrán fue invitado a tomar directamente el comando de la pavimentadora. Lo rodearon Periotti, Floro Bogado y otros colaboradores de todos ellos. El gobernador fijó su mirada hacia el Este, aguardó que el camión volcara su carga de asfalto y encaró decididamente hacia el bordo ya completado que aguardaba ahora la arremetida final. Avanzó con lentitud, dando tiempo para que cada uno de los presentes pudiese registrar en sus retinas y en el corazón ese momento único e irrepetible que se estaba viviendo. Cuando lo logró, el gobernador saludó a la multitud que aplaudía, se abrazó con el administrador de la DNV y finalmente ordenó que se ejecutaran los himnos nacional y provincial que entonó a viva voz.
Hubo un clima sentimental especial. Las voces resonaron en medio de una zona inhóspita en la que los aborígenes, los criollos y el espeso monte con arbustos y especies nativas generaron la escenografía natural de la inolvidable e histórica jornada.
Finalmente, descendió del vehículo y se abrazó con la gente que lo aguardaba para hacerle partícipe de su regocijo por el momento histórico que se estaba viviendo.
Justo L. Urbieta