TERCER MILENIO
Un final de campaña electoral en la que el propio Gildo Insfran se puso al frente
Por Justo L. Urbieta
Recibí las noticias en tu email
Prácticamente en una semana más unos 462.000 ciudadanos de los 9 departamentos de la provincia estarán habilitados para opinar, desde el voto, cuál es el destino que prefiere tenga la Nación, el sistema político y la democracia, propiamente dicha.
Sintéticamente, esa fue la misión que llevó a Gildo Insfrán en su carácter de presidente del Partido Justicialista, a desplegar una nueva y maratónica gira por lejanos parajes y comunidades habitadas por aborígenes y criollos en el oeste del territorio.
La visita se desarrolló en el contexto de un clima cambiante ya que se pasó de una jornada con alta temperatura y pertinaz viento norte a un cambio brusco con brisa fría del sur, aunque estuvo ausente la lluvia a la que se extraña ya aunque el líder político ya advirtió a los pobladores acerca de lo que vendrá conforme el comportamiento actual en el hemisferio norte del continente con copiosas y continuas precipitaciones que se harían presente en primavera y verano.
El periplo abarcó comunidades de los departamentos Ramón Lista, Matacos y Bermejo y tuvo que ver con el compromiso asumido por el propio Insfrán cuando el cronograma de viajes impuesto desde marzo pasado por los distintos comicios de 2023 lo llevó hasta Los Chiriguanos por lo cual prometió completar en las comunidades restantes antes de los comicios del 22 de octubre.
Esta gira fue diferente ya que se desarrolló en un momento en que el calendario electoral prohíbe la realización de actos de inauguración de obras, por lo que la agenda de los candidatos debe circunscribirse exclusivamente al proselitismo político partidario.
Fue posible apreciar cada movimiento realizado por las emisiones de la Red Formoseña de Medios Audiovisuales que puede operar porque desde el Modelo Formoseño que constituye la síntesis del pensamiento, la idea, la planificación y la obra de Gildo , incluye la disponibilidad de un sistema de conectividad moderno que integra a esas regiones con el resto de la provincia, el país y el mundo.
Esa conectividad, así como los caminos y rutas pavimentadas, que también ha servido para que a esos sitios hasta los que solamente llegaban los peronistas se les sumaran, con la infraestructura consolidada, quienes representan a las vertientes opositoras.Los propios caciques se encargaron de aceptar que esos visitantes solamente aparecen en vísperas de las elecciones sin que nada aporten para la evolución de sus comunidades por lo que prometieron en público ratificar su confianza en quienes desde el mismo momento que se sancionó la ley 426 – entre los que se encontraba el por entonces joven diputado provincial Gildo Insfran- lograron acceder a la propiedad de la tierra y a los beneficios de los servicios públicos de salud, educación y seguridad, además de los referidos al trabajo y la producción.
Fue distinto también el ámbito de los encuentros. Ellos han sido frontales-ya que estaban separados por escasa distancia- y los algarrobos brindaron sombra y atenuaron la fuerza del viento y el polvaderal, aunque no hubo límites para que cada cual exponga sus aspiraciones y demandas.
El visitante no solamente conoce de memoria cada lugar de esos departamentos del oeste sino que hasta memoriza los nombres y hasta apodos de caciques y dirigentes originarios, incluidos aquellos que fallecieron aunque sus hijos siguieron fieles a su legado en lo ideológico y en la lucha por la acreditación de realizaciones que mejoraran su calidad de vida.
Y en ese sentido, fue clara la sinceridad de los anfitriones quienes se encargaron de relatar lo que era el oeste antes y después de la llegada del actual mandatario a la gobernación.
Gildo transmitió su mensaje acerca del decisivo comicio del 22 de octubre para el destino de la Nación y hasta llegó a reconocer que se trata de la elección más difícil y compleja desde la recuperación de la democracia, señalando – tras exponer su criterio acerca de los dos principales agrupamientos adversarios- que los 40 años no tendrán festejo si Unión por la Patria no revalida pergaminos.
Evidentemente, su inquietud es real porque a sus características personales en la gestión le sumó la ejemplaridad de ponerse al frente de la campaña.
Son varios los desafíos electorales que superó en defensa de las tres banderas del peronismo y de los fundamentos del Modelo Formoseño del que se enorgullece; pero en esta ocasión su exigencia a la militancia fue mayúscula, aunque, previamente y como lo hizo siempre, no dudó en auto exigirse.
El 22 de octubre y eventualmente un balotaje revelarán el efecto de su esfuerzo ya que tras recibir un nuevo aval de la ciudadanía para cuatr años más de gestión, ahora se trata del destino nacional y habría que determinar si en otras jurisdicciones el compromiso militante se pareció al de los formoseños.