TERCER MILENIO
Tras la reparación histórica comenzó la primera obra para integrar al Oeste con el Este
Por Justo L. Urbieta
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Mayo es un mes ligado a la Revolución de 1810 pero en el caso de Formosa se vincula con la asunción el día 25 de 2003 de Néstor Carlos Kirchner a la presidencia de la Nación quien con su comprensión inteligente de la realidad provincial contribuyó a acelerar las obras contempladas en el Modelo Formoseño al acordar la anhelada Reparación Histórica.
Vino para formalizar ese compromiso con los formoseños el 28 de mayo del 2003 a tres días de haber asumido la presidencia y el 14 de septiembre de 2004 llegó a Ingeniero Juárez, en plena siesta estival para lanzar la primera e icónica obra que hizo realidad el sueño de varias generaciones.(Previamente, el 25 de agosto de ese año, Gildo suscribió el acta acuerdo con Kirchner y Julio de Vido, en Buenos Aires).
Es que, en esa jornada, comenzaron a construirse en forma simultánea siete tramos de la ruta nacional 81, entre Las Lomitas y la línea Barilari, que fueron habilitados el 15 de septiembre de 2007 para materializar la integración territorial entre el este y el oeste provincial y recrear el denominado Eje Capricornio que se reconoce como el corredor bioceánico del norte argentino.
En esa ocasión, Insfrán le dijo a su amigo santacruceño que con esa obra se estaba dando el primer paso importante para empezar a caminar una provincia diferente a partir de la integración territorial.
Es que aquellos que conocían la realidad del interior sabían que los habitantes de Formosa vivían separados, entre el este y el oeste.
Y desde ese 14 de septiembre, con esa primera obra de la medida reparadora nacional, empezaban a acercarse esas distancias dentro del territorio provincial.
Pero el mandatario local fue mucho más allá aún al revelar que, lejos de ser egoístas, los formoseños no solamente pensaban en sí mismos sino que, entendiendo el mundo global, también querían integrarse con las regiones vecinas.
Y explicaba, para aquellos que aún no lo querían entender, que la fuerza de la verdad las haría recapacitar y llegar a la conclusión que la bisagra de la integración del NEA con el NOA es Formosa. “Formosa está en el lugar exacto”, acentuaba.
Lejano de esa mezquindad, recordó al presidente Perón, a quien califica como un maestro de la política que hablaba de la era de los nacionalismos a la que le seguirían, sucesivamente, las eras del continentalismo y del universalismo.
La definición tenía que ver con la extensión de la mirada más allá del nordeste y noroeste como un espacio de la Nación Argentina sino también los territorios de los hermanos paraguayos y brasileños, al este y al oeste observando la salida hacia Chile por el Paso de Jama , para ir a otros mercados del mundo por el Pacífico.
Pero la gente se preguntará: “están las obras…¿cómo nos beneficiamos nosotros con ellas?
En tal sentido, le refería a Kirchner sobre las obras hidráulicas como la del complejo de Laguna Yema, la única obra productiva de la cuenca del Bermejo.
Le mencionaba que ella estaba en Formosa y almacena agua en una superficie de 14.000 hectáreas, disponiendo de un canal a cielo abierto de 90 kilómetros de longitud que conduce 10 metros cúbicos por segundo de agua hasta Las Lomitas para abastecer a las poblaciones y servir a los proyectos productivos ya establecidos.
También que con nuevas obras que permitirían el manejo de los recursos hídricos Formosa se aprestaba a poner en marcha todas las potencialidades del oeste formoseño y que ya había muestras acabadas de que era posible.
Citó la existencia del Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias que es la herramienta tecnológica más importante que tiene el oeste formoseño para validar cualquier tipo de cultivos, con empresarios que ya estaban produciendo en nuestro suelo.
“No tengamos miedo y tampoco hagamos caso a los profetas del odio y a los que nos quieren atar a la pobreza. No dejemos que nos lleven por mal camino. Hay espacio para los formoseños y también para todos los hombres del mundo que quieran venir a invertir en Formosa”, reflexionaba.
No dejó de mostrar cierto malestar por las voces que decían que en esa región se estaban extranjerizando las tierras.
Tras desmerecer lo que calificó como “semejante mentira”, lo fundamentó en el hecho que Formosa cuenta con una superficie de 7.400.000 hectáreas y que con el programa de asistencia a la producción se aspiraba llegar a un poco más de 100.000 hectáreas de producción agrícola.
¿Es una osadía pensar que podemos poner en el circuito productivo agropecuario 740.000 hectáreas que es solamente el 10 por ciento de la superficie total del territorio formoseño? Yo creo que no. El desafío consiste en triplicar las áreas de siembra y en decuplicar la generación del producto bruto geográfico”, expresaba.
A esa empresa dijo estar llamados todos los formoseños y todos aquellos que quieran venir a sumarse a empujar de ese carro.
En esa ocasión le dijo a Kirchner que por convicción el hombre está en el centro del accionar de su gobierno y en tal sentido destacó el nuevo hospital que inauguraron juntos en el que comenzaban a trabajar más de 30 profesionales y que sería cabecera del Distrito Uno para atender los servicios que más duelen en esa región.