MUNDIAL DE BÁSQUETBOL
Sorpresas, revelaciones y decepciones
Desde el Alemania campeón a la sorpresa Letonia. México y Venezuela por debajo de lo esperado.
Como siempre, un torneo mundial deja de todo para analizar. Equipos y jugadores que brillaron, otros que jugaron por encima de lo esperado, y otros que directamente estuvieron por debajo de las expectativas. Dicho torneo no fue la excepción a la regla. Hubo sorpresas para bien y otras de manera negativa.
Letonia, la gran aparición. La baja a último momento de Kristaps Porziņģis parecía pronosticar un torneo de sabor amargo para Letonia. Más allá de no contar con su jugador franquicia, lo del elenco letón fue realmente formidable. Impuso su sello, velocidad, un tiro externo de otro planeta y jugadores que elevaron su nivel de manera extraordinaria.
Letonia llegó a cuartos luego de derribar a España, y encima con Bertans lesionado. Zagars y Grazulis fueron determinantes, sumado al otro Bertans más Smits y todo lo que generó como equipo desde su calidad, explosión y gol. Estuvo a segundos de vencer a Alemania y llegar a semis. De yapa venció a Italia y se quedó con un duelo lleno de historia ante Lituania. Luca Banchi, su entrenador, fue designado el mejor del mundial. Merecido.
Serbia, supo brillar sin el MVP. El elenco serbio fue de los conjuntos que mayores ausencias de peso tuvo. Más de medio equipo quedó afuera por diferentes circunstancias, siendo Nikola Jokic la de mayor peso sumado a su fantástica base Vasilije Micić como referentes. Aún así, se las arregló para imponer su ritmo, básquet, calidad táctica y defensiva alcanzando una final.
La experiencia de Pesic en la banca fue uno de los sustentos más el comando de Bogdanovic en la cancha. Un equipo versátil, donde todos funcionaron, un Jovic desde la conducción, el otro Jovic desde la explosión más los internos que entienden su rol a la perfección al igual que su banca. Supo responder tras perder ante Italia en segunda ronda, goleó a Lituania, brilló frente a Canadá y estuvo cerca en la final.
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Alemania, un campeón inesperado
Si bien ya hablamos de las cualidades de Alemania, nada podía pronosticar su aparición en una final. Encontró a Schroder como su eje y emblema en los momentos claves, más el pincel de Wagner en su vuelta tras la lesión y un colectivo que maravilló en roles, pasajes, táctica y defensa.
Un rating ofensivo muy alto, se convirtió en un elenco NBA cuando fue necesario y FIBA cuando la cuestión lo demandó. Torneazo y un campeón lleno de virtudes y calidad. Se deshizo de Estados Unidos, sacó de carrera a Australia en el grupo, una segunda vuelta heroica, mucha personalidad en cuartos y un desenvolvimiento de luxe ante Serbia en las buenas y en las malas.
Sudán del sur, se ganó su lugar en parís. Una aparición más que interesante la de Sudán en la competencia. Logró su cupo para los Juegos Olímpicos, terminó con marca positiva y casi da el batacazo para meterse en la segunda ronda. Tuvo uno de los mejores jugadores de la competencia, Carlik Jones (¿no mereció estar en un quinteto ideal?) y con mucho ritmo y buenos pasajes ofensivos.
Perdió un juego clave en suplementario ante Puerto Rico que lo podría haber dejado más arriba. De todas maneras, terminó 17.o cuando está rankeado 62.o, nada mal. Fue el mejor elenco africano, sumado derribar con autoridad a Angola y a los locales China y Filipinas. Supo competir de gran forma más allá de sus debilidades defensivas y de experiencia.
España y Francia, barajar y dar de nuevo. Dos selecciones con grandes presentes pero un mundial para el olvido. España llegó con la chapa de ser el último campeón, pero con un perímetro sin tanta calidad y esperando que sus veteranos saquen la cara. Un juego interno explosivo y de los mejores de Europa pero que no supo encontrar su lugar. Las mismas consideraciones para Francia. Una vieja armada que ya no tiene la fórmula del éxito como hace años ni tampoco sus internos de calidad pero quedándose en el camino en la nueva era.
Nadie discute que España y Francia tienen los mejores prospectos de Europa a corto y largo plazo. Sin dudas, y pensando en un siguiente mundial, pueden ser los grandes protagonistas con sus camadas 2001/2002/2003/2004. Cuentan con talla, técnica y ya mundiales juveniles en el bolsillo. Aday Mara de un lado y Víctor Wembanyama como puntos iniciales para soñar en grande. Quedaron muy lejos de las expectativas, sobre todo los galos. La renovación los espera.
Venezuela y México, ambos muy por debajo. Muy poco lo que dieron México y Venezuela dentro de la competencia. Ambos con selecciones que hace años conocemos en materia de nombres, formas y sin lograr dar un salto de calidad. No han logrado encontrar nuevos proyectos que los ilusionen de cara al futuro. Mantuvieron sus elencos de la vieja guardia, los cuales le dieron buen resultado en las últimas eliminatorias, pero hasta ahí llegaron.
La vinotinto con apenas 74,2 puntos por partido y México, 82,4 en la general. La eficiencia de juego de ambos estuvo entre los diez peores de la competencia. Nunca lograron asentarse en defensa, ni dar un paso al frente en velocidad o variantes más claras para dar alguna sorpresa. Quedaron en deuda. Algo más deberán hacer pensando en la siguiente eliminatoria.
Australia y Canadá, pueden dar más. Un torneo diferente en ambos casos, pero con prospectos NBA a la cabeza. Gilgeous-Alexander por un lado y Josh Giddey del otro, sin contar las bajas de Murray y Simmons, una por lado, como posibles exponentes de lujo pensando en el año próximo o el mismísimo mundial 2027. La regla será poder adaptarse al mundo FIBA y empezar a convivir con esas nuevas reglas para sacar diferencias.
Australia y Canadá tienen una calidad de juego notable, pero perdieron en táctica y defensivamente. Fueron bien contenidos, les costó mostrar versiones de mayor calidad. Canadá casi se queda afuera en cuartos, estuvo lejos en semis y pudo en su versión NBA ante EE. UU. Australia con una segunda vuelta olvidable y la necesidad de entender roles y formas para ilusionarse con algo más que ser protagonista.
Grecia y ¿dónde está Giannis?. La ausencia del estelar griego Giannis Antetokounmpo hizo de Grecia un elenco previsible y prácticamente sin lograr competir de buena manera. Para colmo, se agregaron las ausencias de Sloukas y Calathes fueron golpes de los cuales Grecia nunca pudo levantarse. Tampoco estuvo Tyler Dorsey, como otros de los nombres resonantes para generar un cambio de ritmo en ofensiva.
Grecia tuvo pocas variantes le costó hacer pie más allá de lograr meterse en la siguiente ronda. Se notó la necesidad de un jugador que saque diferencia y lo haga dar el salto de calidad esperado dentro de una competencia mundial como Giannis. El resto cumplió, pero de manera discreta. Muy poco por detrás de la estrella de los Bucks.
Dominicana y Puerto Rico, cerca de sorprender. Sumamente interesante lo que brindaron en el mundial República Dominicana y Puerto Rico. Ambos con un clásico ritmo alto, de mucho vértigo y posesiones, sumado a su gol y jugadores que lograron desequilibrar en todo momento. Llegaron a segunda instancia, dieron un par de golpes, pero finalmente sin el zarpazo a cuartos de final.
Por un lado, el elenco de Néstor García se ilusionó con sus performances. Ganó los tres partidos de la primera ronda (incluido Italia), aunque no logró darle continuidad a su andar. De hecho, perdió justamente ante Puerto Rico en un partidazo 102 - 97 y más tarde fue sacado de la cancha por Serbia. El boricua quedó 2-1 en su zona, luego se impuso ante Dominicana y por momentos batalló ante Italia hasta el cierre. Towns por un lado y Waters por el otro fueron oro para los highlights con todo su repertorio. No alcanzo.
José Fiebig.