Septiembre, un mes de celebraciones para el peronismo
En vísperas de las PASO que se realizarán este domingo para que tres alianzas y un partido político definan quienes serán sus candidatos en los comicios para cubrir dos bancas de diputados en el Congreso de la Nación y renovar la mitad de la Legislatura y de los concejos deliberantes municipales, el peronismo evoca a septiembre como un mes de celebraciones importantes.
Así, por ejemplo, el 14 de septiembre de 2004 quedará grabado en la historia formoseña.
A una semana de la llega de la primavera, a las 13.25 horas, bajo un sol impiadoso y con avispas que llegaron nadie sabe de qué lugar, el presidente Néstor Kirchner acompañado por su amigo Gildo Insfrán llegaba a Ingeniero Juárez para inaugurar las obras del nuevo hospital y lanzar, desde allí, la construcción de siete tramos de asfalto de la ruta nacional 81, un viejo sueño de los formoseños.
Los protagonistas , una multitud de aborígenes, criollos y gente común de Formosa y de Salta que decidieron sumarse a ese acontecimiento histórico.
Cuando se descubrió la placa recordatoria de la jornada, Kirchner y los gobernadores Insfrán y Juan Carlos Romero, de Salta , seguramente advertían que habían ganado una gran batalla.Cada cual a su modo. Pero el de Formosa es especial porque lo de la pavimentación total de la ruta nacional 81 desde Las Lomitas hasta la Línea Barilari dejó de ser una necesidad propia para convertirse en una exigencia regional, de los países del MERCOSUR.
Recibí las noticias en tu email
Obras terminadas
Esta historia continuó el martes 18 de septiembre de 2007 ya que después de tres años de ejecución, la pavimentación de la 81,-que se convirtiese en una causa común de los formoseños y salteños- llegó a su fin al cubrirse, unos 20 kilómetros antes de Ingeniero Juárez, los últimos metros que faltaban para dejar expeditos 400 kilómetros nuevos que permitieron recrear el Corredor Bioceánico natural del Norte Argentino, de 3.000 kilómetros de longitud, con sus implicancias sociales, culturales, productivas, económicas y ambientales.
Insfrán,quien presidió la ceremonia, en lo atinente al tramo Las Lomitas –Línea Barilari,ejecutado simultáneamente en siete tramos con una inversión cercana a los 400 millones de pesos, dijo que se trataba de un patrimonio del pueblo formoseño , fruto del esfuerzo y de la perseverancia.
Y como lo sigue repitiendo, reconoció que esa obra se realizó por la comprensión de parte de quien ,como Néstor Kirchner, tomó la decisión política para que se ejecutaran 400 kilómetros de pavimento de la ruta 81 en forma simultánea en tres años.
Consideraba que Kirchner asumió una actitud sensata al reconocer la necesidad que esta vía se construya para cambiar el destino de esta parte de la Argentina, contrariamente a como se comportaron otros presidentes que lo antecedieron,-
Lo apuntaba para hacer notar que esa fue la razón por la que se tardó tanto para conseguir este hecho valioso e importante para la historia de Formosa y del norte argentino.
Es que hubo gestiones intensas que tropezaron con la indiferencia y la incomprensión nacional.
Pero Insfrán prefirió la cautela: “Eso es parte del pasado.Lo importante es disfrutar de este hecho y saber aprovechar la obra para el desarrollo y la inclusión social que requieren nuestra provincia y la Nación”.
Un modelo para el campo
Y el otro hecho relevante de la actual gestión peronista, ocurrió el 15 de septiembre de 1996 en General Belgrano cuando se conocieron las primeras propuestas de un programa orientado a una franja de trabajadores rurales pequeños, al observar que era el único estrato excluido del sistema social, económico y financiero y que familias agricultoras -con predios de entre tres y veinticinco hectáreas- optaban por el éxodo ante el resultado negativo de su esfuerzo en las chacras, y terminaban por establecerse en la periferia de esta ciudad o en las villas de las grandes urbes.
Se dedicaban en forma excluyente al cultivo de algodón y al término de la cosecha advertían que los precios que les pagaban no alcanzaban siquiera para cubrir el costo de la canasta familiar.
En aquella histórica e inolvidable jornada, el Gobernador les propuso un cambio de mentalidad y de procedimiento a partir de un modelo inédito, singular, que ponía énfasis en la realización plena del campesino como ser humano en su integralidad y no solamente en su condición de minifundista.
Inicialmente 8.500 familias fueron incluidas en el PAIPPA- Programa de Asistencia Integral a los Pequeños Productores Agropecuarios- y luego se sumaron las que habitaban en los tres departamentos del Oeste, para alcanzar la cifra de 10.000 en la actualidad.
La ayuda estatal fue progresiva y creciente. Desde la entrega de cajas con alimentos, primero y la capacitación después para que actúen solidariamente, de modo asociado, que reemplazó al individualismo egoísta que resultaba pernicioso para que se pudieran cumplir sus expectativas de una mayor calidad de vida desde su propio esfuerzo.
Se sumó a ello la asistencia sanitaria y la implementación de un seguro de salud; la distribución gratuita de medicamentos y la creación de las escuelas rurales que fueron superando los distintos niveles hasta alcanzar, en la actualidad, el académico con la creación del Instituto Universitario Formoseño con sede en Laguna Blanca de donde ya han surgido las primeras promociones de egresados en carreras de ingeniería y tecnicaturas en temáticas íntimamente relacionadas con la realidad productiva de la provincia.
Pero también la apuesta se refería a la diversificación productiva que puso fin al monopolio del algodón; la construcción de las viviendas rurales PAIPPA en la propia chacra y adaptadas a la cultura lugareña; la intervención gubernamental para la fijación de precios de referencia para sus productos, la incorporación de valor agregado a su producción y la entrega de la tierra en propiedad.
Estos son algunos de los hechos que siempre celebró en septiembre el peronismo formoseño.
Justo L. Urbieta