Podría haber faltante de yerba en el 2023 a causa de la sequía y los incendios en el NEA
El daño económico y ambiental del fuego todavía no se dimensiona concretamente. El mediano plazo traerá claridad sobre los perjuicios reales, productivos y económicos, de lo que está pasando en Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes.
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Un informe preiminar que elaboró la Sociedad Rura Argentina, luego de la declaración de emergencia agropecuaria en todas estas provincias, pone un número y una evidencia clara sobre las pérdidas económicas sobre la cinco cadenas productivas que involucradas en esas provincias.
En cifras
Bajo este contexto de grandes daños, la cadena arrocera y la forestación son las más perjudicadas económicamente, no solamenta ahora sino también para el corto plazo en función de las inversiones futuras para recuperar lo perdido.
A la cabeza de los daños está la producción forestal. La provincia de Corrientes es la que mayor superficie posee, con 550.000 hectáreas plantadas.
En función del valor de la tonelada de madera (500.000 pesos) por la cantidad de hectáreas perdidas (10.000 hectáreas) alcanza a los 5.000 millones de pesos que no llegarán a los productores, dice la Sociedad.
A esto hay que agregarle 1.500 millones de pesos costo de recomponer las hetáreas quemadas por el fuego. A su vez, el referente forestal de la zona estimó 1.000 millones de pesos de perdida en plantas destinadas a resina.
En el caso del arroz, las pérdidas ascienden a 4.968 millones de pesos, dice la entidad. En el caso de la provincia del Litoral, las causas de estas pérdidas están asociadas a que gran parte del cultivo en esa provincia se riega con agua de represas, con baja o nula reserva en este momento. Así, si las lluvias no aparecen, peligra la próxima campaña.
Sigue en orden de importancia, la yerba mate, donde hay 60.000 hectáreas plantadas. De la misma forma que sucede con la producción forestal, están las pérdidas por los daños así como por el costo de reposición de lo quemado.
El número, en este caso, se compone de 3.200 millones de pesos de pérdida más 480 millones de pesos en costo por recomponer.
Entre las producciones vegetales, finalmente, el último lugar es para la citricultura. En Corrientes, hay plantadas 30.000 hectáreas de cítricos distribuidas en dos cuencas.
La zona de Bella Vista / Concepción / Mburucuya, con 9.000 hectáreas, mayormente de limón, registra las más importantes pérdidas del 50% de la plantación, alcanzando daños por 1.800 millones de pesos.
Yerba Mate
Orlando Stvass, tesorero de Coninagro y representante de una cooperativa que elabora yerba mate en Corrientes aseguró que el próximo año podría haber un importante faltante de mercadería. “Ya hemos perdido un 60% de la producción para el 2023. Se viene una situación difícil”, alertó. Sin embargo, para este año ya tienen “el stock asegurado”, porque la yerba “debe estar de 9 a 12 meses estacionada”.
En este contexto, un informe realizado por Coninagro reportó que, por la seca de yerbales, dimensionando solamente las plantas, ese sector ya perdió $472 millones en Corrientes. Se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1200 hectáreas, de un costo de $400 mil cada una.
Entre otras de las consecuencias, Stvass dice que, además de faltar kilos de yerba, el año que viene habrá una gran faltante de trabajo porque el 90% de la cosecha se hace de forma manual, que tiene trabajo seguro por 9 meses.
Más allá de los efecto sobre el cultivo, el productor dice que se perdió una importante flora y fauna, así como también hay una altísíma contaminación ambiental.
“Por favor, le pedimos que no nos abandonen, que nos sigan convocando para poder informar lo que está pasando”, expresó a las autoridades el productor.
Ganadería
En la producción animal, la Sociedad Rural analizó las pérdidas desde tres focos para los correntinos, considerando que ellos poseen 4.600.000 cabezas, aproximadamente, de stock y están cuartos a nivel nacional, después de Buenos Aires, Santa Fe, y Córdoba.
Estrictamente, las pérdidas de producción actuales son 3.575 millones de pesos en kilogramos totales de carne perdidos (5% de producción de carne perdida y 37% se redujo la producción de pasto).
Este número se empieza a engrosar cuando se agregan los daños en infraestructura 1.575 millones de pesos en alambrados.
A su vez, nuevamente aumenta cuando se analizan las pérdidas por mortandad más elevada en el invierno. En este caso, la valorización llega a las 5.211 millones de pesos.
Cifra final
De esta forma, solo sumando las pérdidas, sin agregar los costos de reposición ni tampoco incluir lo estimado por pérdidas de resinas, la vuluación final alcanza los 25.329 millones de pesos.