REUNIÓN DE POSSE Y FRANCOS POR UN ACUERDO FISCAL
Nación propuso reflotar la ley ómnibus sin éxito con representantes de las provincias
Varios mandatarios aceptaron acompañar el proyecto fundacional de los libertarios, pero Guillermo Francos admitió disidencias, en especial de parte de Kicillof. “Vamos a trabajar para que el proyecto logre la sanción”, dijo Jaldo junto a Frigerio en conferencia de prensa junto al ministro.
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Los dos ministros que Javier Milei eligió para reencauzar las relaciones con los partidos políticos dialoguistas recibieron a todos los representantes de las provincias en la Casa Rosada, que cumplieron con asistencia perfecta a pesar de las resistencias que habían mostrado los kirchneristas. El Gobierno ofreció a los gobernadores aumentar la recaudación a través de la restitución y modificación del Impuesto a las Ganancias, pero varios mandatarios mostraron disidencias y no hubo acuerdo.
El objetivo principal del Gobierno es aprobar sin dilaciones, sobre todo, las privatizaciones de empresas públicas y las facultades extraordinarias para el Ejecutivo. Durante casi cuatro horas, Francos y Posse escucharon los reclamos de los distritos y plantearon como propuesta principal la restitución de la cuarta categoría de Ganancias, que implicaría un incremento de los ingresos coparticipables, a cambio de apoyo legislativo a la versión “con consenso” de la ley ómnibus.
“Presentamos a los gobernadores la versión de la Ley Bases sobre la que había consensos. Decidimos avanzar con todos esos aspectos que tienen consenso parlamentario: declaración de emergencias, facultades delegadas y protección a las grandes inversiones y régimen hidrocarburífero. La mayoría de los gobernadores estuvo a favor”, sostuvo el ministro con optimismo.
Sin embargo, durante el encuentro hubo disidencias de los gobernadores kirchneristas, especialmente de parte del bonaerense Axel Kicillof, que comanda la tropa más distante del oficialismo. De acuerdo a lo informado, había molestia con la reticencia del Gobierno para restituir los fondos docentes y para el transporte que les recortó el titular de Hacienda, Luis Caputo, para compensar la caída de la ley bases. “No está dentro de las competencias nacionales”, justificó Francos al terminar la reunión.
Frente a este contexto de incipiente desacuerdo, el Gobierno se vio obligado a programar una serie de reuniones entre los ministros de Economía de las provincias y la Nación, probablemente a partir de la semana que viene, para discutir la letra fina de las medidas impositivas. También se generarán reuniones entre el propio Francos y los titulares de las carteras políticas de los distritos para tratar los temas políticos que establece el denominado Pacto de 25 de Mayo que presentó Milei en la asamblea legislativa.
En paralelo, los mandatarios con mayor afinidad a la Casa Rosada salieron a manifestar su predisposición. Jorge Macri dijo que se acordó avanzar con una ley ómnibus “parecida a la anterior” pero con los temas que se consensuaron en el debate de enero y febrero, antes de que el Gobierno se viera obligado a retirar la ley bases por falta de apoyo. “Celebro la vocación de diálogo del Gobierno”, agregó Ignacio Torres quien relató que avanzaron en una agenda de “crecimiento y desarrollo”.
No todos los peronistas acompañaron a Kicillof. El gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, cada vez más alineado con el Gobierno, aceptó acompañar a Francos en la conferencia de prensa, donde adelantó que van a “trabajar para que el proyecto logre la sanción”.
El encuentro se celebró una semana después de la convocatoria del primer mandatario en la asamblea legislativa al resto de la clase política, a cambio de un nuevo pacto fiscal que alivie sus cuentas y con vistas a firmar un acuerdo de 10 puntos de consenso básicos en mayo. Los encargados de llevar el diálogo fueron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Francos, pero a último momento sumaron al secretario de Hacienda, Carlos Guberman; del Interior, Lisandro Catalán; y al secretario ejecutivo de Gobierno, José Rolandi. El primero comandó por primera vez un encuentro de estas características, en un intento de Milei de lograr mayor prolijidad en la discusión. Una forma de admitir que el primer tramo de la puja, entre enero y febrero, fue al menos desordenado.
Los funcionarios buscaron una diagonal para conseguir respaldo legislativo para aprobar las reformas prometidas durante la campaña que generan resquemores en el ala de centro izquierda del Congreso.
Los gobernadores entraron puntuales a la Casa Rosada. En orden, pasaron Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis), Rolando Figueroa (Neuquén), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Marcelo Orrego (San Juan), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Melella (Tierra del Fuego); Sergio Ziliotto (La Pampa); y Axel Kiciloff (Buenos Aires), que estaba acompañado por su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y puso fin al cruzar el portón de acceso a las especulaciones sobre su ausencia.
En una segunda tanda llegaron Ignacio Torres (Chubut), la vicegobernadora de Alfredo Cornejo, Hebe Casado (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alberto Weretilneck (Río Negro). Y, sobre la hora del encuentro, previsto para las 15, pasaron Teresita Madera, vice de Ricardo Quintela (La Rioja); Gisela Scaglia, la dos de Maximiliano Pullaro (Santa Fe), que decidió faltar a último momento por una urgencia de seguridad local pero no dejó de mandar un representante; el vice de Gildo Insfrán (Formosa), Eber Solís; Claudio Vidal (Santa Cruz); y Gustavo Valdes (Corrientes). Apenas tarde llegaron Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta), los tres norteños peronistas con mayor afinidad con Milei, ansiosos por que se apruebe el Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) para fomentar las industrias locales.
¿Y Milei?
Milei brilló por su ausencia. Se quedó en Olivos toda la jornada, con agenda reservada, por lo que no se cumplió la expectativa de que “pasara a saludar”, como había arriesgado Francos en una consulta periodística anteayer. “No soporta a varios, en especial a Axel. Le arruinaría el día”, explicaron su ausencia en Balcarce 50. El sentimiento es mutuo con el gobernador bonaerense, que no confirmó presencia hasta anoche, tarde. De todas formas, Francos aseguró que “no tenía por qué estar”, debido a que se trataba de una primera aproximación con los mandatarios.
En la previa del encuentro, en el Gobierno habían festejado la asistencia perfecta de los gobernadores y se mostraban confiados en que había varios puntos con el consenso necesario, pero en Balcarce 50 nadie aspiraba a que se alcanzara un acuerdo concreto. En cambio, avisaban que sería un primer round con los jefes de los Ejecutivos provinciales para evaluar sus pretensiones y transmitir los límites de los cambios.