Afirmó que “no se negocia el equilibrio fiscal” y que echará a todo ministro que “gaste de más”
Milei anunció que terminará con la obra pública
“Nosotros no tenemos plata. Cada intendente o gobernador deberá buscar la forma de financiamiento, puesto que vamos a ir a un sistema de iniciativa privada, a la chilena”, dijo el presidente electo y vaticinó un escenario de represión para quienes salgan a protestar.
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El presidente electo Javier Milei adelantó en declaraciones al periodista Alejandro Fantino la retirada del Estado nacional de las obras públicas en curso, en línea con el shock de ajuste fiscal que prepara el referente liberal ni bien asumido su gobierno. Esto implica el abandono de unas 3500 obras, la pérdida de alrededor de 200000 puestos de trabajo directos y la caída de otros tantos miles de empleos indirectos.
Consultado por Fantino respecto a la continuidad de la obra pública, Milei afirmó: “Nosotros no tenemos plata, con lo cual esas obras pueden ser entregadas al sector privado y que las termine el sector privado. Nosotros no tenemos plata, si hay déficit fiscal. Que los intendentes busquen la forma de financiarlo”.
Milei siguió insistiendo sobre esta línea, manifestando que “no se negocia el equilibrio fiscal” y que echará a todo ministro que “gaste de más”.
“Es la primera vez en la historia que gana alguien que hace campaña diciendo que va a hacer ajuste”, se vanaglorió Milei y amplió: “El ajuste no lo van a pagar los argentinos de bien, lo van a pagar los políticos y sus socios. Llámese la casta”.
Actualmente hay alrededor de 3500 obras públicas en curso (7266 en todo el año), de las que dependen miles de viviendas, caminos, rutas, hospitales, escuelas, obras hídricas y un largo etcétera. Son 2329 obras en ejecución, 518 aprobadas y 676 proyectos en evaluación. Además de todas las obras necesarias que ni siquiera se encuentran proyectadas, ni por proyectarse.
Fuentes de las cámaras empresarias del sector afirman que la mitad de los 450000 trabajadores formales de la construcción se desempeñan en la obra pública, siendo también una industria de la que dependen otros cientos de miles de puestos de trabajo indirectos para abastecer los insumos y materiales de las obras, y como resultado del consumo generado con los salarios del sector.
El desfinanciamiento anunciado por Milei ya pone en jaque a las escasas 1500 viviendas en construcción del programa Casa Propia, con la pérdida de unos 3000 empleos directos y el abandono de las obras.
El presidente electo asevera que la obra pública no será abandonada sino que será orientada al sector privado o a las jurisdicciones municipales para que estas se hagan cargo, y que se respetarán los contratos en curso. Sin embargo, el esquema de participación público privada (PPP) y concesiones que este plantea ya fracasó en el país con Macri y solo funciona en obras puntuales donde haya interés privado o solvencia para costear los gastos.
Desde las constructoras descartan terminar aquellos contratos respaldados con financiación de organismos multilaterales y fideicomisos, pero no así aquellos dependientes del Tesoro nacional. El sector privado estima que en los principales países del mundo la inversión privada pura alcanza entre 7 y 8% de las obras.
Este mega recorte de Milei tendrá consecuencias gravosas inmediatas sobre la calidad de vida de la población y los empleos de cientos de miles de trabajadores.
Reforma del Estado
El líder de La Libertad Avanza (LLA) anticipó que el 11 de diciembre enviará al Congreso un paquete grande de leyes que tendrá como eje la denominada reforma del Estado, el eufemismo que utilizó el menemismo para habilitar las privatizaciones.
“Nosotros planteamos un plan de ajuste y reformas para que se genere crecimiento económico”, afirmó Milei, sin dar demasiadas precisiones, y sentenció: “O nos salvamos todos los argentinos de bien o nos convertimos en la villa miseria más grande del mundo”.
Finalmente, ante la pregunta de qué sucederá si la respuesta a un ajuste brutal es la salida de la gente a manifestarse en las calles, el ultraderechista vaticinó un escenario de represión: “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. No vamos a aceptar ser extorsionados por aquellos que usan la violencia para mantener sus privilegios. Por lo tanto, vamos a actuar con toda la fuerza de la ley. El orden se respeta”.