EL FÁRMACO LE PERMITE PREVENIR Y CONTROLAR LAS CRISIS EPILÉPTICAS
Luego de su pedido desesperado, el diputado Buryaile consiguió el medicamento para su hijo
El ex ministro de Agroindustria hizo un pedido desesperado en redes sociales por faltantes de un anticonvulsivante. Recibió cientos de mensajes sobre lugares donde adquirirlo y de personas que ofrecieron donarle medicación.
El diputado nacional por la UCR y Juntos por el Cambio, Ricardo Buryaile, lanzó un pedido desesperado en redes sociales por un medicamento para su hijo con parálisis cerebral. Por indicación médica, el joven de 31 años debe tomar 12 píldoras diarias de un fármaco que le permite prevenir y controlar las crisis epilépticas.
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El ex ministro de Agroindustria había consultado en una extensa lista de bocas de expendio en la Ciudad de Buenos Aires y no lograba ubicar el fármaco Valcote Sprinkle, una droga para evitar las convulsiones. A su hijo sólo le quedaban cápsulas para 5 días. Afortunadamente, gracias a su posteo en su cuenta de Twitter, el legislador recibió cientos de mensajes solidarios desde distintos puntos del país y el exterior ofreciendo la medicación.
“Ricardo, tengo un frasco y medio (150 cápsulas aprox). Mi hijo ya no necesita, estoy en CABA. “En Brasil se consigue y puedo llevarlo a Argentina, me pongo a disposición”. “Tengo varias cajas sin abrir, estaba por donarlas porque cambie de medicación”. Estas fueron algunas de las repercusiones, además de farmacias de grandes ciudades y de pequeños pueblos que se ofrecieron a hacerle llegar el fármaco.
Después de un día abrumador por la repercusión y la cantidad de mensajes recibidos, el legislador pudo comprar las cápsulas que necesita su hijo (toma 12 píldoras por día) para que pueda continuar con su tratamiento al menos por el próximo mes y medio.
“La solidaridad de la gente es enorme, estoy eternamente agradecido”, dijo Burayile y detalló que una cámara de laboratorios se comunicó con él y le ofrecieron otros medicamentos similares elaborados por otras farmacéuticas nacionales, “también me informaron que el laboratorio fabricante del medicamento que toma mi hijo estaba con problemas logísticos y los estaba resolviendo. También me escribieron desde la sede del laboratorio en Londres”.