Los embates de un verano que se soportan con paciencia
El verano, la temporada que desde siempre se aguardó su llegada porque es tiempo de recreación y esparcimiento para quienes trabajan durante el resto del año, ha planteado esta vez a los formoseños una suerte de prueba a su capacidad para soportar los embates de un conjunto de situaciones adversas que pueden colmar su paciencia.
Pese a las quejas, a los cambios constantes derivados de la realidad sanitaria por la pandemia de la covid 19, las actitudes de la clase dirigente y a la desvalorización constante de la moneda propia se estima, sin embargo, que el turismo movilizará por los menos 10 millones de personas por distintos lugares de la Argentina.
Como nunca, hay que apelar a la paciencia y la tolerancia para superar este trance y aprovecharlo para bien porque a todo el caudal de mala onda que emiten los medios porteños de comunicación y ciertos representantes de la oposición que no advirtieron que la campaña y las elecciones ya quedaron neutralizadas hasta 2023 se convierten en un aporte más para la generación de decepciones.
No son pocos los formoseños que han elegido diferentes polos turísticos del país para vacacionar y hasta hay quienes siguen eligiendo Europa, Miami o las playas de las República Dominicana o la Isla de Cuba para relajarse y prepararse para recomenzar el trajín laboral de 2022.
Los que se quedaron, optan por sitios tradicionales para la recreación y el esparcimiento como son Herradura, Laguna Oca y el bañado La Estrella y puede apreciarse la movilización de los organismos públicos por generar atractivos complementarios como son los festivales del Río, el Mate y el tereré; la Fiesta de la Corvina y otras celebraciones propias de los municipios del interior, como el caso reciente de Villa Escolar.
Todo esto, luego de la presentación de Formosa Brilla con la luminosidad que ganó la Costanera y el centro de la ciudad así como el gigantesco pesebre en las cercanías de la plazoleta de las Banderas en el extremo norte del paseo “Vuelta Fermosa”.
Hubo largos preparativos para estos acontecimientos que habían sido suspendidos por la emergencia sanitaria y quienes tienen interés en que las fiestas convoquen a multitudes también elevan preces para que la impresionante multiplicación de contagiados en el marco de la tercera ola del coronavirus no vuelva a tornar inútil el entusiasmo y la creatividad de empresarios y trabajadores de la cultura.
La gestión pública se mantiene activa y generó cierta tranquilidad que habrá medidas presidenciales que atenúen el impacto negativo que para la implementación del plan de obras, sobre todo, tuvo como consecuencia el capricho de Juntos por el Cambio de negarle al Frente de Todos que cuente con el Presupuesto 2022 aprobado.
En ese sentido, Gildo Insfrán – cuyo nacimiento se evocará este miércoles 19 de enero- sigue recorriendo las oficinas de los funcionarios nacionales y confía en la continuidad de los planes de viviendas, en la terminación de obras emblemáticas como es el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia que consolidará el sistema de salud provincial así como la probabilidad que haya alguna gestión en China para el financiamiento del Acueducto de Desarrollo del Oeste Formoseño.
Este emprendimiento se ha convertido en una obsesión de Insfrán por sus múltiples beneficios ya que además de garantizar la disponibilidad de agua cruda captada e n el río Paraguay para el abastecimiento de las plantas potabilizadoras de los pueblos ubicados a la vera de la ruta 81| desde esta capital hasta Ingeniero Juárez, permitirá ejecutar el programa de puesta en producción agropecuaria de 150.000 hectáreas en el centro oeste del territorio.
Todo esto ocurre en un contexto nacional en el que ha vuelto la preocupación por la explosión de casos de coronavirus con la circulación comunitaria de las variantes delta y ómicron, sobre todo, que inquieta a las autoridades porque repentinamente aumentó la población de las unidades de terapia intensiva.
Aquí se intensifica el exitoso Plan de Vacunación aunque, para sorpresa de no pocos, reaparecieron los libertarios que reiteran la no obligatoriedad de inmunizarse por sus convicciones éticas, ideologías, religión o pertenencia política.
El problema no radica en acceder a que hagan lo que les plazca sino que al carecer de inmunización con cualquiera de las vacunas disponibles, se convierten en transmisores naturales de la enfermedad a quienes cuidadosamente respetan los protocolos comunitarios.
A todas estas consideraciones hay que sumarles la trepada sin detenimientos de los precios de los productos de primera necesidad -tanto para la alimentación cuanto en lo que atañe a los medicamentos- y a una historia interminable del eventual acuerdo con el FMI y en medidas para frenar la inflación que alcanzó el 50,8% en 2021 y se calcula será del 57 o 58 % en este año que transcurre.
Ya ven que solamente la tolerancia y la paciencia permitirá que las jornadas transcurran dulcemente, pese al impacto de las altas temperaturas en los servicios públicos esenciales como la luz y el agua, con colapsos de carácter regional como el acontecido el viernes y el impacto dañino para una adecuada respiración de las insufribles quemazones de pastizales.
Justo L. Urbieta