TERCER MILENIO
Las advertencias de Insfrán sobre el futuro y el relanzamiento de la campaña nacional peronista
Por Justo L. Urbieta
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Ubicado al frente mismo de la campaña electoral en la provincia, Gildo Insfrán acaba de llevar a cabo una maratónica gira por cuatro localidades del centro oeste que no solamente sirvió para entregar a la comunidad nuevas obras esenciales para su desarrollo y crecimiento sino también para que el mandatario, fiel a su costumbre, hablase sin tapujos a la ciudadanía para que no cometa el error de equivocarse como en las PASO para arrepentirse, luego, por votar a su propio verdugo.
Por su esencia peronista y su pasión formoseña, así como por la experiencia y trayectoria que lo han convertido en uno de los políticos de consulta para la toma de las grandes decisiones nacionales, aspira que las derivaciones de una mala opción no se repliquen para evitar lo acontecido en 2001 y en 2015.
Y así como en sus mensajes desnudó ante los desprevenidos su criterio acerca de los dos representantes de la derecha neoliberal que debe enfrentar Unión por la Patria y que sumirán al pueblo argentino en una etapa que se tornará irrecuperable en términos de derechos adquiridos, de vigencia de la democracia y del sistema político, así como los riesgos republicanos por un eventual desconocimiento del rol armónico que deben mantener los tres poderes del estado. También se lamentó que, faltando poco para el 22 de octubre los componentes institucionales del peronismo aparecen sumidos en el letargo cuando ya deberían estar movilizados a pleno.
Aunque respetuoso de los efectos de las redes sociales, Gildo no desconoce que lo mejor que saben hacer los peronistas y sus aliados es movilizarse masivamente para llegar pueblo por pueblo, barrio por barrio, casa por casa y tratar de explicar y convencer a los ciudadanos -cara a cara, frente a frente y cuerpo a cuerpo- acerca de quiénes son los verdaderos responsables de la situación de extrema crisis por la que atraviesa el país y sus habitantes.
En Formosa, esa tarea militante hace seis meses que está plenamente activa aunque ello no ocurre a nivel nacional y en muchas provincias argentinas.
De allí que habrá recibido con satisfacción el llamamiento del candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Tomás Massa y el auspicio del gobernador Juan Luis Manzur de convocar a todos los representantes de esas “partes” del movimiento nacional y popular para que se definan estrategias y hasta un lenguaje común para avanzar en lo que se ha dado en llamar el relanzamiento de la campaña política del peronismo.
Están allí gobernadores, sindicalistas, dirigentes de los movimientos sociales, senadores, diputados y funcionarios ligados al actual gobierno nacional tienen el propósito de respaldar a Massa y trabajar unidos para revertir los guarismos de las PASO.
Anoche se realizaba en la capital tucumana una cena entre la cúpula de la CGT y un grupo de gobernadores junto a Massa para “delinear cuestiones de agenda, temas prioritarios y armar una serie de propuestas propositivas para las provincias”, entre ellas la resolución acerca de las restricciones presupuestarias que hay en algunos estados que les impiden cumplir el bono anunciado por el ministro de Economía para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores a causa de la pertinaz inflación.
En lo que respecta a Formosa, hubo un anticipo de Insfrán en Ibarreta que pasó desapercibido por no pocos.
En Ibarreta, además de explicar su visión sobre el impacto que generaría el triunfo eventual de un representante del neoliberalismo y la derecha extrema, dijo que en el curso de la semana que se inicia este domingo daría las noticias que están esperando los trabajadores del estado.
El dato del gobernador surgió al referirse a que en su gestión se logró recrear una administración responsable y superavitaria.
También se refirió a quienes critican al indicar que, si es así la realidad financiera, cuál es la razón por la que ya no actualizó los niveles salariales de los empleados públicos.
Aclaró que en el manejo de las cuentas del estado hay que visualizar el haber y el debe y que de lo que surja como positivo del manejo presupuestario y según su volumen, recién se podría adoptar medidas que beneficien a los empleados.
De allí que significara que una revisión de las cuentas le permitiría dar buenas nuevas para que los agentes de la administración pública puedan afrontar los vaivenes derivados de los índices de inflación como consecuencia de una herencia del macrismo que con irresponsabilidad contrajo una deuda prácticamente impagable con el Fondo Monetario Internacional.