Tercer Milenio
La universidad propia es un legado para las nuevas generaciones de formoseños
Por Justo L. Urbieta
Recibí las noticias en tu email
En una semana en la que fue permanente la evocación de la gesta de quienes hace 67 años lograron que Juan Domingo Perón aprobara la autonomía de Formosa como Provincia, ocurrió un hecho histórico cuando Gildo Insfrán lanzó desde un barrio capitalino su decisión de crear la Universidad Provincial de Formosa.
Desde este sitio de opinión se sugirió la eventualidad de semejante revelación luego de es cuchar al jefe del PEP en su mensaje pronunciado al inaugurar las nuevas instalaciones del Instituto Universitario Formoseño con sede en Laguna Blanca.
Quienes somos abuelos en la actualidad podemos dar fe de lo que significó para nuestra generación el aislamiento formoseño-ya que hasta principios de la década del 70 había que transitar por rutas de tierra y cruzar el Bermejo hacia el sur en precarias balsas- el acceso a estudios universitarios para lo cual había que emigrar con el alto costó económico y afectivo que ello implicaba para la familia.
De allí que se recibió con alborozo la construcción del puente entre Mansilla y Puerto Velaz y la pavimentación de la ruta 11.Pero, sobre todo, la instalación del Instituto Universitario que tuvo su sede en el edificio de San Martín y José María Uriburu que antes había albergado a la Escuela de Artes y Oficios luego convertida en la Escuela Industrial.
A ese acontecimiento académico le siguió la creación de la Universidad Nacional de Formosa cuando dos diputados nacionales como el radical Alberto Maglietti y el peronista Ramón Giménez entendieron que la adversidad ideológica y partidaria debía quedar de lado cuando se trataba de legar algo valioso para las nuevas generaciones,
Y así nació la UNAF, durante la presidencia de Raúl Alfonsín y la gobernación de Floro Bogado y el profesor doctor Juan Carlos Candia fue el elegido para que se desempeñara como delegado organizador de la nueva casa de estudios superiores.
La realidad demostró que pese a tener características nacionales y populares, radicales y peronistas siempre han sido como el agua y el aceite.
El contar con el modelo formoseño generó un proceso de transformación integral en la provincia y entre las novedades fue creado el programa de Asistencia Integral para los Productores Agropecuarios, PAIPPA, con la finalidad de incluir a los campesinos.
Y ese programa incorporaba contenidos educativos tales como la creación del nivel medio rural y los institutos de formación docente con orientación ruralista hasta llegar a la creación del Instituto Universitario Formoseño con sede en Laguna Blanca con carreras íntimamente ligadas al perfil provincial que progresivamente va aportando profesionales a la comunidad formados en carreras novedosas.
Sobre ese IUF se generó la idea de establecer la nueva casa de estudios superiores que, criteriosa y responsablemente, mereció la aprobación unánime de los 30 diputados de la Legislatura.
El proyecto de Gildo Insfrán mereció la inmediata promulgación de la ley 24 horas posteriores a su sanción, generando algarabía entre las pléyades juveniles que tomaron interés en la iniciativa gubernamental.
Ahora viene el tiempo de decidir acerca de las carreras que se sumarán a las que actualmente se dictan en el IUF entre las que podrían figurar las que se dictan en el Instituto Politécnico “Doctor Alberto Marcelo Zorrilla”.
Son carreras de alto requerimiento para el sector industrial, científico y tecnológico, como la Tecnicatura Superior en Mecatrónica, única de su tipo en el país; la Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software Multiplataforma, la Tecnicatura Superior en Telecomunicaciones y la Tecnicatura Superior en Química Industrial”.
Se ha dicho a nivel oficial que todo ello resulta posible por las condiciones creadas a partir del Sistema de Ciencia y Tecnología en pleno desarrollo, incluyendo el fortalecimiento de la educación técnica, la Autopista Digital y la creación del Polo Científico, Tecnológico y de Innovación.
El gran paso está dado y debe destacarse que la elección de Laguna Blanca como sede tiene que ver con la visión federalista de las actuales autoridades que descentralizan la localización institucional que se habitúa a radicar los organismos públicos en la ciudad capital.
Esta nueva institución universitaria tendrá como finalidad específica proporcionar formación superior de carácter universitario, mediante una estructura curricular adecuada a las normativas vigentes y a las necesidades estratégicas de la Provincia.
El paso inmediato tiene que ver con la designación de un rector organizador que tendrá cuatro años para cumplir con su cometido.
Lo cierto es que las actuales autoridades del PEP y de la Legislatura acaban de protagonizar un hecho histórico y dejarles un legado beneficioso a las nuevas generaciones de formoseños.