La reactivación de una máquina parada por el macrismo y los vendedores de angustia

Por Justo L. Urbieta

La tajante definición que se expresa en el título de esta nota no es la ocurrencia del redactor ni de ninguna autoridad o dirigente local sino del ministro de Obras Públicas de la Nación quien vino para relatar lo que el actual gobierno nacional y popular está realizando en materia de obras en todo el país y particularmente en Formosa.
Gabriel Andrés Katopodis es un militante peronista de larga data y que para asumir el cargo que le propuso Alberto Fernández para integrar el gabinete nacional debió solicitar licencia al cargo de intendente del partido de San Martín donde había sido reelecto por sus pobladores.
Y fue el quien se encargó de explicar que llegaba de visita a Formosa para que se sepa lo que se está haciendo en la Argentina a la que definió como una máquina que estaba parada por el “macrismo” y que el actual gobierno que preside el doctor Fernández ha puesto definitivamente en marcha.
En el acto que presidió Gildo Insfrán en el Sexto Piso de la Casa de Gobierno y al que asistieron los representantes de los tres poderes del estado y mandatarios municipales así como representantes de entidades  privadas explicó que para un gobierno peronista la recuperación de la economía va de la mano del salario, algo que debe suceder al mismo tiempo.

Lo recuperado

Considera que se ha logrado recuperar la economía y generado trabajo con registros históricos y que la tarea que sigue tiene que ver con garantizar que cada argentino y cada formoseño pueda vivir con un poco más de alivio.
Entiende que de ese modo será posible proyectar la vida del país y de la provincia sino también su vida personal, familiar y comunitaria, para que puedan reconstruir la como lo están haciendo, apretando los dientes, con dificultades, pero con esperanza.
Y fue en ese momento en que trajo a colación la enseñanza que les dejan dirigentes como Insfrán -pues de ese modo lo expresó- respecto a la tarea permanente que le toca a la política de cuidar esa esperanza.

Vendedores de angustia

Sobre todo, hizo hincapié en la necesidad de hacerlo para preservarla de los efectos de la tarea permanente que despliegan aquí algunos sectores y que en la Argentina ya es una industria: vender angustia, generar desánimo y contagiar enojos.
Katopodis considera que allí está la clave puesto que si se logra cuidar esa confianza y consolidar con hechos ese combustible tan importante que es la credibilidad y la certeza de que el peronismo es una promesa pero no para las próximas generaciones ya que es -según lo admite- una promesa para el hoy, un sinónimo de felicidad inmediata.

Sentido de felicidad

En ese sentido, resalta que desde el peronismo no se le ofrece a la gente un tiempo de esfuerzos y sacrificios para que en un futuro pueda verse mejor sino que sus dirigentes y quienes desempeñan funciones públicas a diario se arremangan para cumplir ese sentido de felicidad.
Dijo que ese camino se está transitando y que a diario el presidente de la Nación les encomienda que recorran el país para que cada una de las realidades se hagan efectivas y se pueda planificar el presente y el futuro de Formosa como se viene haciendo desde un primer momento.
Confió que el objetivo es que definitivamente se logre convertirla en una provincia cada vez más justa y más solidaria como las actuales autoridades locales lo vienen concretando y materializando en la vida de cada comunidad y en cada familia de cada trabajador y de cada vecino de Formosa.