La principal incógnita argentina
Así lo apuntó el analista político Pascual Albanese. Y advirtió que el grado de aislamiento financiero internacional que supondría un default con el Fondo, hace insustentable cualquier política económica.
Recibí las noticias en tu email
El analista político peronista Pascual Albanese consideró que hay una incógnita principal en la coyuntura política, y que “dilucidar esa incógnita a su vez desentraña las perspectivas de la Argentina para los próximos años”. Se trata de si habrá o no acuerdo entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sobre este y otros temas de actualidad, Albanese dialogó con los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez en el programa La Otra Campana, que se emite por LT7 Radio Corrientes en dúplex con LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá.
—¿Qué nos puede decir de los temas de actualidad: la elección de medio tiempo, la gira del Presidente…
—Aunque sea un poco drástico lo que estoy por decir, a mí me parece que la principal incógnita sobre la política argentina en los próximos meses, dilucidar esa incógnita a su vez desentraña las perspectivas de la Argentina para los próximos años, es el tema si habrá o no acuerdo entre Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional. En este punto, hay una fecha tope, que es el 31 de marzo de 2022, fecha en que la Argentina debe abonar al FMI un vencimiento de 18.800 millones de dólares, parte del empréstito de 44 mil millones de dólares que el FMI negoció con el gobierno de Mauricio Macri. Es obvio que no hay ninguna posibilidad de que la Argentina esté en condiciones, para el 31 de marzo, de honrar semejante vencimiento. Esto quiere decir, hay un plazo inexorable que vence el 31 de marzo y que define si la Argentina va a entrar o no en default con el Fondo Monetario Internacional. Alguno se podría preguntar: ¿Por qué tanto lío por eso? Y la respuesta, para decirlo rápidamente, es que el grado de aislamiento financiero internacional que supone un default con el Fondo en un país como la Argentina, hace insustentable cualquier política económica. Dicho esto, no cabe la menor duda de que todos los actores políticos argentinos, incluyendo los que dicen lo contrario, los que hoy por hoy critican al FMI, saben perfectamente que hay que acordar con el Fondo y por lo tanto, ese va a ser el punto por el cual va a girar la política argentina a partir del 15 de noviembre, porque además el acuerdo con el Fondo inevitablemente va a requerir un respaldo político. Primero, porque los funcionarios del Fondo Monetario Internacional, ya lo han dicho en reiteradas oportunidades en privado e inclusive en público y en segundo, porque la implementación de cualquier programa con el Fondo, demanda no palabras, sino hechos y esos hechos se traducen en leyes que van a tener que ser aprobadas por dos cámaras en el Congreso, dos Cámaras en las cuales el oficialismo no va a tener mayoría. En consecuencia, el tema del diálogo con la oposición, acuerdo político y negociación con el Fondo, no son cosas distintas, son partes del mismo procedimiento.
El 14 de Noviembre
—A 14 días de las elecciones de medio tiempo, algunos pronósticos indican de que el oficialismo podría perder la mayoría por lo menos en el Senado y en Diputados habrá que contar los porotos. ¿Cuál es su apreciación?
—La mirada de Corrientes para Buenos Aires puede ser sesgada. Seguramente lo es. También es sesgada la mirada de Buenos Aires para Corrientes, como de Buenos Aires para cualquier rincón de la Argentina. La palabra punto de vista, siempre se toma en sentido literal del término, explica que desde donde uno está mira la realidad con una perspectiva diferente. Y digo esto, porque en el caso que vos señalás, específicamente de la elección del 14 de noviembre, en un punto que institucionalmente es muy importante, como es la cuestión del Senado, en realidad está le excepción de que la mirada que se tenga desde el Interior a Buenos Aires, es mucho más importante que la mirada que se pueda tener desde Buenos Aires al Interior. ¿Por qué? Porque el Senado es una institución eminentemente federal y porque la discusión acerca de que si el oficialismo puede o no mantener su actual mayoría en el Senado, en realidad no se dilucida en el Amba, o sea, Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires, sino que se dilucida precisamente en el interior de la Argentina y más particularmente en determinadas provincias con nombre y apellido, como es el caso de La Pampa, Chubut o Santa Fe. Hecha esta aclaración, creo que en ese sentido, la casi totalidad de las encuestas, indican que los resultados electorales del 14 de noviembre no modificarán la tendencia fundamental de los resultados electorales del 12 de septiembre. Si esto fuera así, lo más probable entonces es que el oficialismo, esto es el Frente de Todos, dejaría de tener mayoría propia en el Senado de la Nación. Esto es un dato políticamente importante. Hay que aclarar también, que tampoco es políticamente catastrófico que en los términos que está planteado el ajedrez electoral, en cuanto a la composición del Senado, lo que probablemente pueda terminar sucediendo, reitero en función de casi la totalidad de las encuestas -lo cual no es una garantía absoluta en cuanto a la veracidad de los hechos-, es que pasen a tener una importancia absolutamente central algunos pocos senadores de fuerzas provinciales, que no están alineadas ni en el Frente de Todos, ni en Juntos por el Cambio y que podrían tener cierto rol de arbitraje en votaciones claves del Senado. En particular, hay dos casos que desde este punto de vista sobresalen, que son el caso de Misiones y el caso de Río Negro. Tanto la fuerza gobernante en Misiones, como en el Movimiento Popular Rionegrino, no están en ninguna de las dos grandes coaliciones nacionales, tienen dos senadores cada uno y eso puede tener una incidencia decisiva en las votaciones.
Cuestión de imagen
—Un tema que se habló mucho fue el cruce de Aníbal Fernández con el ilustrador conocido como Nik. ¿Cuál es su punto de vista al respecto?
—Yo diría lo siguiente, independientemente del caso puntual del incidente con Nik, lo que está claro que desde el punto de vista político fue un acto enormemente desafortunado desde el punto de vista del Gobierno, porque las consecuencias negativas de ese tipo de actitudes tienen, en la opinión pública y particularmente en los medios de comunicación, que como bien saben perfectamente, son actores fundamentales en la formación de la opinión pública, hace que ese cruce de Aníbal Fernández con Nik, haya sido no solamente desafortunado, sino también negativo. Y la consecuencia más importante que ha tenido este episodio, es que Aníbal Fernández había sido incorporado por algo al Gobierno nacional, entre otras cosas y yo diría fundamentalmente, por su condición de un funcionario polémico capaz de discutir en términos fuertes con la oposición política y con los medios de comunicación.
—Luego de las Paso el Gobierno nacional apuntó para hacer un cambio de imagen. Estuvimos hablando con un consultor político que nos comentaba que la intención de votos no ha variado mucho. En su punto de vista ¿obtuvo el efecto buscado a través de este cambio de gabinete el Gobierno nacional?
—Coincido con el análisis de quien haya señalado que los cambios producidos en el Gobierno, después del 12 de septiembre, tanto en materia de nombres, como en materia de políticas públicas, no parecen haber alterado sustancialmente el escenario político y por lo tanto, los resultados electorales. Hay que relativizar este juicio que acabamos de hacer por un elemento a tener en cuenta, en algunos casos, cuando se habla de ganar o perder, la diferencia está en el orden de, por ejemplo, los 5 puntos porcentuales.