La obra que no se expone no desarrolla su vuelo
En la década de 1940 nació en Buenos Aires el ciclo El arte en la calle, una propuesta de la tienda londinense Harrods que concibió una inusual estrategia publicitaria al encargar el diseño de sus vidrieras en la calle Florida a algunos de los más prestigiosos artistas plásticos del país, en un momento en que estos tenían escasa promoción mediática y la recepción del arte en general era una actividad reservada a una elite.
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Antonio Berni, Raquel Forner, Emilio Petorutti, Horacio Butler, Juan Castagnino, Nora Borges, Orlando Pierre, Juan del Prete, Jorge Soto Acebal, Raúl Soldi, Pedro Domínguez Neira, Lucio Fontana, Jorge Larco, Rodolfo Castagna, entre otros, dieron forma hasta la década de 1970 a decenas de vidrieras con libertad creadora. Esta iniciativa pionera permitió acercar el arte nacional a la comunidad y convirtió a Harrods en una galería abierta las 24 horas del día a un público masivo de transeúntes y fue un episodio interesante de las relaciones entre arte, cultura de masas y espacio público que se tramaron hacia mediados de siglo XX en la vida cultural de Buenos Aires.
Hoy, con una pandemia por coronavirus que paralizó todo tipo de actividad cultural, en la ciudad de Formosa Tiendas Balbi sorprendió a los formoseños al exponer en su gran vidriera de la calle España objetos artísticos del escultor Jorge Balassi. La muestra Pandemia se empezó a exhibir el 10 de julio y se extenderá, en principio, hasta el 25 de mismo mes.
—¿Cómo surgió la idea de exponer en Balbi?
—En principio y en final, producto de la necesidad. Con una cuarentena casi eterna, las posibilidades de exponer en una sala se reducen casi al límite. Esta muestra Pandemia necesita de la presencia simultánea de muchos espectadores. Tal es así que estaba pensada para inaugurarse con una performance a cargo de mi director artístico Rodrigo H. Rojas, pero estas restricciones sociales lo hace improbable. Ante tal imposibilidad pensé ¿de dónde puedo sacar un público continuo que a su vez estuvieran con el rostro cubierto? pues claro, la gente en las calles. De allí en más solo fue dar con la persona correcta del local correcto que se interesara en esta propuesta inusual. Fue una suerte dar con el gerente de Balbi, Alberto Córdoba, que manifestó una predisposición maravillosa, no sólo de exhibir las obras sino también un afiche-banner señalando la muestra y su concepto.
—¿Tenés idea si es la primera experiencia de arte en Formosa que llega al pueblo a través de esta singular propuesta?
—De esta magnitud es la primera a mi saber, he visto algún que otro cuadro en vidriera, pero de este tipo de exposición no. Es casi surrealista lo que sucede. Si te parás a mirar el cuadro general ves a gente con tapabocas mirando y señalando los maniquíes con estos objetos artísticos -como yo los llamo- sorprendidos por lo que ven siendo que ellos mismos están viviendo día a día la escena.
—¿Qué repercusiones tiene?
—Mucha, y honestamente más de la que esperaba. Las obras de esta serie Pandemia tuvieron alcances extraordinarios en distintos circuitos. El año pasado desde Colombia una entrevista video-radial de 60 minutos en el programa Poendemia Literaria. Este año un artículo a dos páginas en la revista Virtual CHPP (Chile País de Poetas), Arte y Difusión Club – Espacio de Arte, invitado en Filatélica Edición 2020 con la realización de una estampilla virtual de una de las máscaras, y publicaciones en la prensa local admirable, a tal punto que dos de las obras se titulan DiaSeis y DiaSeis bis, son las únicas que llevan el número en letras en su título.
—¿Cuántas máscaras se están exponiendo?
—En total son 18. Incluyendo cascos en metal, tapabocas y máscaras de la peste negra en metal y algunas en cuero. A pesar que están realizadas como objeto artístico, todas las piezas son portables, es decir, tienen sistemas de sujeción y agarre para la cabeza. Quiero indicar que son objetos verdaderos, no mero decorado escenográfico.
—¿Cuáles serían las ventajas de exponer en vidrieras de tiendas?, una de ellas es que la circulación de las obras se multiplica.
—Exactamente. Todos reconocen que más allá de recorrer el país haciendo exposiciones de mis obras, siempre realicé la primer muestra en Formosa, lo que se traduce en que siempre me importó el público formoseño. Llevar adelante esta propuesta, más allá de la alta circulación en las redes sociales, es parte de eso. Por otro lado, constantemente busco y propicio la posibilidad que el público pueda tener una proximidad real con mi obra, que pueda recorrerla alrededor, incluso tocarla, sentir las texturas o las superficies altamente pulidas, etc. Como artista busco permanentemente que espectador logre una experiencia sensorial más íntegra, completa, y no sólo visual. En este caso el conjunto de los objetos expuestos, la vidriera y el público se constituyen en conjunto, en una suerte de performance y eso me deja altamente gratificado.
“La idea es seguir”
Alberto Córdoba, gerente de Tiendas Balbi en Formosa, dijo a Día Seis que la propuesta se hará extensiva a otros artistas para que exhiban su arte en las vidrieras. “Siempre trato de innovar un poco en vidriera –afirmó- y cuando Balassi me trajo la propuesta se me prendió la lamparita y me gustó. Me gusta ayudar a la cultura y renovar la vidriera, dándole otra vista llamativa, así que vamos a tirar la propuesta a otros artistas de Formosa”.
La exposición de Pandemia en las vidrieras tuvo muy buenas repercusiones y “los clientes cuando vienen se llevan una sorpresa, y además de mirar las ropas ven el arte de Balassi; el sábado después que cerramos había mucha gente en las vidrieras miranda las obras”.
“Vamos a sumar más arte a las vidrieras –agregó- lo vamos a seguir haciendo. En las sucursales cada gerente maneja la forma de trabajar y mi manera será poner arte en las vidrieras y seguir con este sistema. Está la idea también de hacer un espacio exclusivo para el arte y poner obras sin ropas”.
“Creo que la de Formosa es la única sucursal de Balbi en el país que está haciendo este clase de exhibiciones de artistas en las vidrieras”, señaló el gerente recordando que en una época en la sucursal de Corrientes se hacía algo similar, pero no hubo una continuidad.
Jorge Balassi
Así como el artista presenta y representa la realidad o la imaginación, busca también exponer su obra al público y esperar la recepción del observador. Cerrar el círculo artista-obra-público-artista.
La obra que no se expone no pierde su sentido, pero no desarrolla su vuelo. Necesita para ello interactuar con el espectador. Desenvolverse en su interior desde lo visceral a lo mental. Producir un antes y un después del ver.
Pero ¿cómo se expone en tiempos de pandemia cuando los circuitos artísticos están básicamente anulados? Una de las alternativas fue la inclusión masiva en las redes sociales y la virtualidad. Experiencia tan cercana de vivencia como degustar un exquisito plato sólo por la gráfica en una revista o televisión.
Galerías, museos, salas de arte fueron reducidas a un acceso fantasmal y lograron dar cierta apertura gracias a la explosión de lo virtual: exposiciones, encuentros, conferencias, etc.
Exponer en vidrieras parece ser una alternativa viable. Donde el número de paseantes supera largamente en este momento la accesibilidad a una exposición. Si exponer la obra a la vista del público es el objetivo, creo que exponer en vidrieras es una válida alternativa.