La expectación está latente por lo que vendrá aunque se confía en la gestión de Insfrán

Por Justo L. Urbieta.

Salvo en quienes siguen ligados con diferente grado de fortaleza y convicción al PRO y al radicalismo tras la aparente extinción de Juntos por el Cambio por las decisiones adoptadas por Mauiricio Macri en solidaridad con Javier Milei, la expectación respecto del futuro del país sigue latente entre la población y sobre todo ante la tremenda devaluación y la medidas de ajuste adoptadas por el actual gobierno nacional.
Es cierto que este tipo de situaciones no es nuevo para el conductor político de la provincia y esa es la razón por la que se confía en la experiencia de su gestión para sortear dificultades eventuales tales como las que ya debió soportar durante las administraciones de la Alianza y de Cambiemos.
No son pocas las obras que están en ejecución en Formosa y que recibían fondos del PEN para su ejecución, algo que aún está indeterminado sobre lo que ocurrirá ya que si algo caracteriza al andamiento de las actuales autoridades nacionales es dejar boquiabiertos a quienes apostaban a la seriedad sus promesas de campaña que, evidentemente, ahora se desdicen o contradicen.
Gildo Insfrán, fiel a su estilo, guarda prudencia y es probable que sus posturas acerca de los pasos a seguir en el contexto de la continuidad del  Modelo Formoseño se conozcan después del próximo martes 19 de diciembre.
Todo indica que será ese día el elegido por el ministro del Interior, Guillermo Francos, para encontrarse con los mandatarios de todas las jurisdicciones del país, no descartándose que por primera vez se haga presente en el cónclave clave el presidente Milei.
El estar frente a frente y cara a cara facilita la recreación del ámbito para el diálogo y dependerá de cada uno de los protagonistas sobre lo que pudiere surgir a modo de compromiso para el futuro, aunque con Macri quedó evidente que en una reunión similar pidió que se convirtiesen en “socios políticos” para después paralizar obras y desatender las inquietudes de los mandatarios que no se avenían a estar en línea con su proyecto político.
Cuando todos pensaban que la maquinaria de Cambiemos se convirtió en imparable, surgió la convocatoria a la unidad por parte de quienes conforman el movimiento nacional y popular y en el Congreso Nacional del PJ convocado por su presidente, Gildo Insfrán, se definió la estrategia y se logró recuperar el poder ejecutivo nacional en 2019.
En realidad, el libertario que está al frente del PEN ahora difundió con su estilo gruñón los fundamentos de su plataforma electoral y el supuesto plan con que contaba para resolver de cuajo todos los problemas de la economía argentina, sobre todo la creciente espiral inflacionaria.
Pero todo ello se desdibujó, diluyó y perdió credibilidad cuando en aras del triunfo en el balotaje se alió con aquellos a los que denostaba y criticaba ácidamente por haber sido los responsables del alto endeudamiento que la Argentina contrajo con el Fondo Monetario Internacional.
Inclusive, aceptó nombrar como ministro de Economía al mismo personaje al que Milei enfáticamente fustigó por haber comprometido por 100 años el destino de los argentinos y luego por la fuga de los miles de millones de dólares que el FMI aportó a Macri sin el consentimiento previo del Congreso de la Nación.
Ya se comienzan a visualizar los reposicionamientos de los actores políticos y empresarios en función de sus intereses aunque nada claro aparece aún en el horizonte para tener alguna idea del rumbo que tomará esta extraña y novedosa nave que se hizo a la mar el 10 de diciembre.
Los mensajes recientes de los ministros Jorge Ibáñez y Jorge González en las inauguraciones llevadas a cabo en El Colorado y Villa Dos Trece demuestran lo incierto del panorama, sobre todo en lo que atañe al campo laboral y al de la consideración por parte del gobierno nacional acerca de los derechos de los estados federales en cuanto a la coparticipación impositiva.
La tremenda devaluación que acaba de registrarse y el aumento creciente de los precios así como del índice inflacionario, forman parte de ese clima de incertidumbre que agobia e inquieta a los argentinos en general y a los formoseños en particular.
Pero los formoseños- su pueblo y autoridades- saben que a la adversidad hay que vencerla para que n o doblegue el humor y deteriore el haber de sus habitantes para las cuestiones esenciales, razón por la cual se aferra al mensaje de Herradura lanzado por el gobernador que, pese a lo incierto, siempre transmite alivio y esperanza.