La EPES Agraria N.º 2, presente en el II Congreso Argentino de Agroecología
La institución visibilizó la experiencia del proyecto ecoemprendedores que en un principio nace con la premisa de generar valor agregado a la materia prima local y gestionar su comercialización.
El profesor Mauro Nuske representó virtualmente a la Escuela Provincial de Educación Secundaria Agraria (EPESA) 2 en el II Congreso de Agroecología. El trabajo expuesto por el profesional de la educación fue La Escuela Agraria 2 como Centro de Promoción del Desarrollo Rural, dentro del eje temático Ética, Epistemología y Formación en Agroecología. Esta experiencia se concreta en la comunidad rural de Cabo 1.o Noroña, jurisdicción de Villa Dos Trece, donde funciona un anexo/aula de la EPESA 2.
“Desde esta institución se visibilizó la experiencia del proyecto ecoemprendedores que en un principio nace con la premisa de generar valor agregado a la materia prima local y gestionar su comercialización. Luego, a finales de 2019 con la firma y socialización de la Resolución N° 6742 del Ministerio de Cultura y Educación (MCyE) de Agroecología Escolar, se amplía la mirada hacia la innovación y mejora continua de distintas experiencias didácticas-productivas abordadas desde el vivero y huerta escolar”, explicó el docente.
“Por un lado –agregó- se trabajó con distintas herramientas de indagación como el Diagnóstico Rural Participativo y el Plan de Búsqueda, que tienen como fin, el diálogo e intercambio de saberes locales, comunitarios, integrando a todos los actores, para después, ir avanzando con ayuda de padres, productores, asociaciones, instituciones gubernamentales como el Ministerio de la Producción y Ambiente y el Programa de Asistencia Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (PAIPPA), en distintas prácticas agroecológicas tendientes a potenciar la biodiversidad, el manejo de materia orgánica, control de organismos no deseados, intercambio de semillas nativas y criollas y variadas experiencias de producción biodinámica, es decir, distintos procesos tecnológicos ligados al manejo de agroecosistemas”.
Estas experiencias se replicaron durante la cuarentena de la covid-19, desde la escuela hacia las distintas chacras y huertas de las familias, que por distintas razones tienden a ser poco diversificadas y dependientes de insumos externos (fertilizantes y fitosanitarios).
Esta alianza estratégica entre educación y producción potencia el desarrollo de capacidades sociocognitivas que permiten a los estudiantes tener las herramientas necesarias para desenvolverse como actores activos de sus comunidades y gestionar agroecosistemas armoniosos con la naturaleza. Garantiza, en última instancia, el buen vivir, es decir, poder desarrollarse digna e integralmente como personas en el lugar que eligen todos los días para vivir.
Nuske sostuvo que “poner a la agroecología como eje permitió ir avanzando hacia un abordaje interdisciplinario, lograr mayor integración entre las materias y los contenidos, generar espacios de intercambio y coevaluación que lleven a reflexionar sobre los avances y retrocesos, establecer redes y conexiones con personas e instituciones, entusiasmar a estudiantes y vincular estrechamente a la escuela con las familias”.
“Esta experiencia –afirmó finalmente- es un proceso de transición hacia la Agroecología. Pensado no solamente en el cuidado de los recursos locales, sino como una estrategia holística, que garantiza la Soberanía Alimentaria y el Desarrollo Sustentable y Sostenible de la colonia rural. Los resultados, en primer lugar, evidencian una apropiación significativa, pertinente y relevante de nuevos conocimientos por parte de los estudiantes, porque son ellos los que llevan adelante este proceso, son los protagonistas en la construcción del conocimiento”.