El 2024 SE VIENE CON NUEVO DISCO
Guauchos arranca nueva etapa pisando fuerte en la creación colectiva y la introspección
El universo Guauchos sigue intacto, y con energía renovada el grupo de folkrock -hoy un septeto- encara una nueva etapa donde la creación colectiva y la introspección es el camino elegido luego de cuatro años de ausencia en los escenarios. Federico Baldús (voz/guitarra), Juan Manuel Ramírez (batería), Lucas Caballero (guitarra/voz), Matías Romero (violín), Agustín Garay (bajo), Juan Miguel Castellani (guitarra) y Gastón Benítez (teclados y pistas) son hoy los Guauchos, mucho más conscientes de lo que significa la banda artísticamente y lo que cada uno le aporta.
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En abril del 2023 la banda volvió a tocar en vivo y no paró más. La excusa -dice Juanma Ramírez- fue la vuelta de Lucas que estuvo en México cuatro años. Desde ese momento Guauchos salió de gira, se sumergió en un aquelarre musical de donde salieron nuevas canciones y está trabajando nada más y nada menos que con Alejandro Vázquez, el productor favorito del rock nacional argentino, preparando el esperado tercer disco. Por todo esto, la banda decidió despedir el 2023 con todo y lo hará el sábado 30 de diciembre en JBC (avenida 25 de Mayo 11.31), con el grupo SundayGrunge + los sets increíbles de la DJs Mono Moreira y Nico Lucarelli. Las entradas están disponibles en Alpogo.com (https://bit.ly/3RFlnry) y en Punto Norte.
Juan Manuel reconoce que el reencuentro con el público fue el gran motor para la vuelta de Guauchos: “Desde la primera fecha en Formosa, en Sótano Cultural, acompañando la inauguración de ese nuevo espacio que era tan necesario en Formosa, hasta todos los shows que fuimos haciendo (Reciclarte en Paraguay, Oberá en Cortos, en Misiones) estuvo muy bueno. Hoy en vivo la banda suena consolidada, cada uno desde su lugar, y el feedback que tenemos con la gente es el gran motor. Fue un año super intenso y nos transformamos en un septeto”. Dice además que “en este parate cada uno hizo un poco su camino, si bien todos estábamos conectados de alguna u otra forma, creo que esa distancia que tomamos hizo que cada uno trabaje con otras personas y a cada uno le dio una nueva visión y riqueza”.
Desde el 2005 -los inicios- Guauchos creó un universo propio basado en el folkrock con el que sobresalió, llamó la atención en la escena nacional, se fue a Europa, se ganó un Gardel y se codeó y trabajó con los más destacados referentes de la música. Hoy a 18 años de ese comienzo JuanMa mira hacia atrás y dice a Día Seis que “el camino de los Guauchos fue como inconsciente, pero después fuimos puliendo la gema y creo que ese camino recorrido nos puso en un lugar de reconocimiento que nos da seguridad también a nosotros y a toda la escena; este año aparte de tocar de nuevo estuvimos produciendo algunas cosas nuevas y encontramos la raíz de la banda y de la creación colectiva que creo es el camino hacia donde vamos, para adentro siempre”.
“Se vienen nuevas canciones, estamos seguros y motivados”, afirma el baterista y cuenta la experiencia del retiro musical en el que estuvieron en Herradura: “Ese aquelarre musical estuvo buenísimo porque nos permitió que todo propongamos. Si bien Fede es el que trae las canciones, Lucas también, cuando pasa por las manos y la música de cada uno se va armando la identidad de Guauchos. Después de las fiestas vamos a hacer un viaje más para seguir trabajando y concretar a fines de febrero, principios de marzo de 2024 la grabación del disco”.
Puliendo el diamante
El tercer disco de Guauchos —un puñado de canciones al decir de JuanMa— tiene el plus que está siendo producido por Alejandro Vázquez, importante productor referente del rock y de la música nacional argentina y sobre todo sudamericana. La idea es aprovechar el Verano para terminar de dar forma a varias canciones y luego entrar al estudio de grabación.
“Trabajar con Ale –dice JuanMa- nos da seguridad y nos ayuda a reconocernos a nosotros mismos. Eso es algo de los productores, te enseñan a conocerte y creo que eso está haciendo Ale, y va a ser fundamental para esta nueva etapa. Lo que más nos sorprendió de Ale fue la sencillez, la humildad y esa magia de esas personas que acompañan los procesos creativos muy sensibles. El trabajo de él fue acompañarnos a estructurar musicalmente en las letras, la idea, el mensaje, pero sin perder lo que somos, y más ahora que estamos en esta creación colectiva, entre los siete, pues si bien los primeros discos de Guauchos fueron un poco creación de Fede, de Lucas y mías como el núcleo, siempre aportaron Juanmi, Albano, Mati lo suyo, pero ahora estamos los 7 ahí sentados puliendo el diamante”.
La nueva escena
JuanMa Ramírez habla de la nueva escena musical y dice que es muy diferente a esos años donde Guauchos comenzaba: “Hoy hay nuevos no solo artistas, productores, managers, sino también nuevos paradigmas, y creo que hay cosas positivas de eso y otras que habría que reverlas con pinzas. Hay cosas que están buenas, hay artistas que la rompen y con esto de la masividad hay muchas cosas que son copias… creo que es un desafío entender el nuevo diálogo de la escena artística, los nuevos códigos, la música, los sonidos, la forma de trabajo. Ahora hay una inmediatez en la creación que a veces a nosotros nos costó mucho eso, y nos sigue costando un poco el hecho de planificar, pensarlo, grabar, regrabarlo, buscar versiones, creo que hoy es más palo y a la bolsa; hay gente que lo hace muy grosamente y crea cosas buenas, y hay otras que no tanto”.
“Siempre es bueno aprender de las nuevas generaciones y de los nuevos aportes –agrega- yo espero que este nuevo arranque de los Guauchos, más grandes, más conscientes, sea para disfrutar del proyecto que tenemos y seguir conectando con la gente”.
Juan Manuel Ramírez compartió y comparte momentos artísticos con Gustavo Santaolalla y afirma que haber compartido con él sus momentos de creación, sus planificaciones artísticas, operativas, de giras y demás sin dudas lo influye y toma algo de ahí y lo replica en Guauchos. “Creo que lo que aprendo de Gustavo, de todo su equipo de trabajo, de toda la banda, es a no aflojar a pesar de las coyunturas personales y sociales, siempre ir para adelante en busca de esos momentos de creación que es lo más lindo”.