ES LA SEGUNDA VEZ QUE SE REALIZA ÉSTE TIPO DE INTERVENCIÓN
Exitosa cirugía cardiovascular en un bebé prematuro en el Hospital de la Madre y el Niño
El bebé nació en el Hospital de la Madre y el Niño, con 29 semanas de gestación, con 1220 gramos. Se encuentra en buena evolución, con óptimos resultados de los estudios hechos en el segundo día postquirúrgico y está en recuperación en el servicio de neonatología del nosocomio.
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El jueves 22 de febrero se realizó en el Hospital de la Madre y el Niño, la segunda cirugía cardiovascular en un paciente prematuro, que actualmente “se encuentra con buena evolución en sus primeras horas de postoperatorio”, valoró la cardióloga infantil Claudia Mudryk, una de las integrantes del equipo que llevó adelante la intervención.
“Se trató de una cirugía cardiovascular con cierre de Ductus Arterioso Persistente (DAP) en un prematuro”, indicó la doctora Mudryk, quien es también referente provincial de cardiopatías congénitas y médica de Cardiología infantil del hospital de Alta Complejidad “Pdte. Juan D. Perón”.
Puso de resalto que “el procedimiento fue logrado con total éxito”, a cargo de un equipo de salud conjunto conformado por profesionales del Hospital de la Madre y el Niño y del Hospital de Alta Complejidad”.
Y detalló, que eso “permitió el cierre de DAP, con doble clip y fue realizado en un niño nacido en pretérmino, con una edad actual de 35 semanas y un peso de solo 1.650 gramos”.
Asimismo, señaló, que “la recuperación cardiovascular del bebé tiene lugar en el Servicio de Neonatología del Hospital de la Madre y el Niño y en su primer día de postoperatorio se le hizo un ecocardiograma que evidenció el ductus cerrado, sin shunt residual y sin derrame pericárdico, con buena función ventricular izquierda”.
¿De qué se trata esta patología?
Al explicar por qué era necesario llevar a cabo la cirugía, la especialista informó que el bebé nació en el Hospital de la Madre y el Niño, con 29 semanas de gestación, con 1220 gramos y al momento del nacimiento “presentaba requerimiento de oxígeno, en asistencia respiratoria mecánica”.
Por ese motivo, fue internado en el servicio de neonatología del citado nosocomio “y durante la evaluación cardiológica por soplo, se evidencia Ductus Arterioso Permeable grande, de 2,3 milímetros, con dilatación de cavidades izquierdas, dificultad en la progresión de peso y con altos requerimiento de oxígeno”.
Seguidamente, comentó que el conducto arterioso persistente (DAP) continúa siendo una causa de alta morbilidad y mortalidad en el recién nacido prematuro. Tienen alto riesgo de edema pulmonar, complicaciones neurológicas, displasia broncopulmonar y una disminución en la perfusión y oxigenación de los distintos órganos, lo que puede producir insuficiencia renal aguda y enterocolitis necrotizante.
Además, destacó, que más allá de la cardiopatía “el hecho de ser un recién nacido prematuro es una condición de riesgo, que muchas veces no permite movilizar al paciente hasta un centro quirúrgico por las complicaciones que podrían presentarse durante el traslado”.