PROYECTO
Estudiantes de sexto año de la EPET N.° 1 fabricaron una moto
La docente Roxana Olivera valoró el trabajo en conjunto de los estudiantes y el taller porque consideró que le pusieron “esfuerzo, corazón y alma” a esta moto.
Los estudiantes de 6.o año 4.a división de Electromecánica de la EPET N.° 1, fabricaron una motocicleta en el marco de uno de los talleres que realizan en la institución, a cargo del docente Roberto López.
La idea surgió luego realizar una exposición oral sobre la evolución automotriz durante la clase de inglés de la profesora Roxana Olivera; y, en total, les llevó un mes y medio concretar el proyecto.
En ese sentido, López expresó que “los chicos tienen una habilidad muy marcada para todo lo que sea mecánica” por lo que “querían desarrollar algún tipo de proyecto, ya de forma práctica, no teórica, ni trabajar con maquetas”.
Por su parte, la docente Olivera valoró el trabajo en conjunto de los estudiantes y el taller porque consideró que le pusieron “esfuerzo, corazón y alma” a esta moto.
En ese contexto, Franco, uno de los autores del proyecto, sostuvo que “nos gusta la mecánica y siempre buscábamos la posibilidad de hacer algo más en el colegio”.
“Con la profesora dimos una lección oral de las primeras motos, cómo se empezó, ella nos propuso hacer una maqueta de las primeras motos y nosotros redoblamos y quisimos hacer una moto real”, detalló.
De esta manera, consiguieron una moto Zanella 1995 que “estaba en bastante malas condiciones” y era un regalo de su primo a Franco.
“Tuvimos que recuperarla, aplicar nuestros conocimientos y el de los profes que nos ayudaron, como el profesor Daniel Fernández, que nos dieron muchos consejos, sus experiencias, gracias a ellos pudimos terminar a tiempo porque se presentaron muchas situaciones a lo largo del proyecto y pudimos superarlas”, esbozó el joven.
Asimismo, precisó que “el cuadro, el motor y la patente están legalizadas” por lo que “nosotros recuperamos” la dirección, las llantas traseras y delanteras, las cubiertas, el escape, “porque el de fábrica ya no estaba dando el rendimiento entonces tuvimos que sacar la fórmula, las proporciones para hacerlo”.
“También el motor tuvimos que desarmar y rearmar, la caja de cambio igual para que pueda estar en funcionamiento como ahora”, agregó.
En cuanto a las características del rodado, el estudiante especificó que son bastante buenas ya que cuenta con dos tiempos, lo que implica “que consume bastante, pero es normal”.
“Tiene 20 HP, suspensión invertida, que es bastante buena para una moto porque absorbe mejor los baches, al igual que la rueda delantera de talón alto que tiene y también sirve mucho para las calles de Formosa, para tener mejor absorción de golpe”, puntualizó.
Además, Franco agradeció mucho a la jefatura del taller que cursan de lunes a miércoles, pero tuvieron que “venir de lunes a viernes y los fines de semana seguíamos en otro lado”.
“Pero los profesores nos proporcionaron el lugar y el tiempo, sus experiencias y las herramientas y su ayuda, por ejemplo, para hacer el escape porque proporciona fuerza”, destacó.
Por último, el adolescente manifestó: “Nosotros creemos que este es el comienzo de algo mucho más grande”.
“Tenemos pensado el año que viene empezar con algo un poco más actual, que haya en la calle, para aplicar nuestros conocimientos y brindar servicio en un futuro”, contó.
Y, al finalizar, dijo que cuando el proyecto estuvo terminado y en funcionamiento “sentimos mucha felicidad”.
“Porque le dedicamos demasiado tiempo, muchas noches, situaciones que se presentaron y seguimos adelante, así que lo celebramos con una cena entre nosotros”, concluyó.