TERCER MILENIO
Este domingo la ciudadanía decidirá sobre el destino de la Nación y quien será el presidente
Por Justo L. Urbieta
Todos los plazos han expirado y los ciudadanos que están habilitados para votar este domingo 19 de noviembre de 2023 serán protagonistas de un hecho histórico ya que de su comportamiento quedará en evidencia qué fue lo que rescata de las estas cuatro décadas ininterrumpidas de democracias y cuál es su aspiración respecto del futuro argentino.
En Formosa, prácticamente transcurrió todo un año en el que hubo tiempo de evaluar, analizar y decidir acerca de lo que se pretende para el tiempo que viene en la provincia y ahora es el momento de determinar que piensa acerca de lo que conviene apostar para que contribuya para la avenida de un tiempo mejor que culminará este 10 de diciembre.
Y la mirada está puesta con atención en lo que pasará con el futuro presidente de la Nación- sobre cuya identidad se sabrá cerca de las 22 horas de este domingo que viene- ya que nadie ignora cuan vinculado está el porvenir de esta provincia y sus municipios del ideario de quien reemplace en la conducción del país a Alberto Ángel Fernández.
Y ese detalle puede insinuarse de la trayectoria, el pensamiento y el conocimiento que las dos personalidades por las que se debe optar para la máxima magistratura tengan acerca del estado y su protagonismo efectivo en la Argentina con tantos porcentajes de pobres, indigentes y desigualdades que han frenado el proceso de evolución y de calidad de vida que se soñó a fines de 1983.
Nadie ignora que piensan al respecto Javier Milei y Sergio Massa que lideran los dos espacios que estarán sintetizados en un par de boletas aunque para los despreocupados de sus responsabilidades cívicas haya una tercera posibilidad de opinar.
Lo que sí sorprende es que aparezca en el dueto alguien que sobresalió por basar su prédica en el desprestigio y descalificación de la dirigencia política tradicional a la que señala como casta, como si se tratara de algo destinado al definitivo descarte social.
Para ello, mucho ha contribuido la generación de un encono imperceptible aunque real que se conoció con el nombre de “grieta” que ubicó , aparentemente, de un lado a los peronistas, radicales y desarrollistas tradicionales y a los novedosos representantes de la derecho escudados en el porteño movimiento del PRO que el macrismo se encargó de recrear para apropiarse de las debilidades ajenas.
El PRO logró con Cambiemos primero y con Juntos por el Cambio después quitar del medio a espacios nacidos como nacionales y populares para convertirlos en furgón de cola de sus aspiraciones de poder sustentadas en una clara neoliberal.
Las campañas electorales desnudaron los verdaderos propósitos de quienes emprendieron ese objetivo de convertir al peronismo en un enemigo para eliminarlo y no en un adversario para superarlo desde las ideas.
La irrupción, con Milei, de la derecha extrema aclaró más el panorama , sobre todo a los aliados radicales de Macri que , sin ponerse colorado, se alió al libertario ante el fracaso total de Juntos por el Cambio con Patricia Bulrich.
El presidente de la UCR, Gerardo Morales, reaccionó y fustigó a quien paralizo las obras de Formosa entre 2015 y 2019 aunque su postura fue claramente tardía.
Esa es la razón por la que Gildo Insfrán siempre consideró a los “correligionarios” en sus discursos y mensajes y no se cansó de instarlos a sumarse el proyecto de transformación provincial desde el Modelo Formoseño.
Es más; volvió a insistir al respecto después de las PASO y de las elecciones generales de octubre al percibir como los representantes del centenario partido no reaccionaron cuando les advertía sobre los riesgos de perder bancas que ocupan desde hace varios lustros en el Congreso de la Nación en manos de personas casi desconocidas que habían irrumpido en el escenario político provincial.
Es que, probablemente de modo inadvertido, se obnubilaron con las luminarias porteñas y se sumaron a una tarea de desprestigio de sus opositores de tal modo que descalificaron la relevancia de su calidad como políticos.
Ese grave error sumado a una ausencia de aportes concretos en favor del pueblo que los votó, acaban de sufrir un duro golpe.
Sergio Massa, en tanto, se muestra consecuente con la coparticipación, el federalismo y la defensa de la escuela y la salud públicas así como de privilegiar al norte grande para eliminar asimetrías y de sostener la economía desde el desarrollo de la producción y la creación de trabajo para los argentinos. Aspira terminar con la “grieta” y convocar a los mejores, sin distinción de ideologías, para conformar un gobierno de unidad nacional.