TERCER MILENIO
En los tiempos de crisis se apela a la cercanía solidaria con la población
Por Justo L. Urbieta
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Para la gestión de Gildo Insfrán no se trata de algo desconocido como tampoco inquietante el asomo en la circunstancial conducción de los destinos nacionales por parte de representantes departidos o alianzas que no empatizan ni están identificadas con las realidades y necesidades esenciales de los más necesitados de justicia social.
Este concepto, particularmente, no solamente no surge en el ideario de los actuales mandatarios del PEN sino, como en el caso del actual residente de la Casa Rosada, lo descarta, desmerece y está erradicado de su discurso y, lo que es peor, de sus sentimientos y de su percepción humanista de la vida.
Y no le resulta extrañe este presente a Gildo Insfrán porque además de la Alianza con Fernando de la Rúa; de Cambiemos con Mauricio Macri y de la Libertad Avanza con Javier Milei porque los tres utilizaron el mismo argumento y actitud: le negaron a Formosa las obras en ejecución y lasque prioritariamente demandaba por el solo hecho porque su gobernador no se identificaba con sus prédicas e ideologías.
Resulta inconcebible que alguien que es elegido democráticamente para ejercer la mayor magistratura en el PEN ignore que el daño no lo sufre, aunque sí le importa a la máxima autoridad provincial porque es causa de aflicción por parte de su pueblo.
Lo novedoso es que aparezca en el escenario político alguien que recreó su personaje de campaña con desmerecimientos a quienes conformaron lo que dio en llamar la casta política y que en los hechos reales se rodeó de ellos y hasta tuvo comportamientos vergonzosos desde el punto de vista de los términos de la ética y educación que deben adornar la figura de la máxima autoridad de la nación, símbolo de ejemplaridad.
De allí que cuando se evidenció ese grave error Insfrán apeló a un llamado breve y contundente: no debemos pactar con la adversidad y sí actuar de modo tal de vencer y, naturalmente, evitar que ella sea la triunfadora.
“Con la adversidad no se pacta: o la vencemos o nos vence” fue en realidad la advertencia clara y efectiva del gobernador para que se comprendiese la gravedad del momento que se estaba viviendo.
Pero, al igual que ahora, se encargó de transmitir una visión optimista la población al señalarle que nada sería imposible si se aferraba a tres conceptos que marcaron la línea de relación entre los formoseños: unidad, solidaridad y organización.
Dicho de otro modo, de lo que se trataba era de actuar juntos- como lo hicieron los formoseños que consiguieron la provincialización en 1955 demostrando que más allá de las aspiraciones y objetivos individuales importa el interés colectivo.
Pero también solidariamente, es decir compartiendo con el otro lo que le faltaba para realizarse como persona, como familia y como ciudadano de una comunidad.
Y, naturalmente, la organización que, al decir del fundador del justicialismo. Es la que vence al tiempo y de allí que el peronismo, ante semejante bofetada a las normas elementales del respeto al prójimo, inició un proceso de reorganización con el que pretende recuperar el poder cuando las circunstancias de la democracia así lo demanden.
En un momento en que se les niegan a los formoseños las obras que estaban en ejecución con el aporte nacional e internacional, Gildo apeló a su conocido llamado a conservar la calma ya que mantenía su consecuencia con el compromiso de mirar aquello que estratégicamente es lo más urgente de completar para el bien de los habitantes para lo cual apelará a recursos de su propio tesoro, ahorrado en el marco de un responsable manejo delos recursos financieros.
En estos días, no paró de viajar a lejanos sitios del noroeste provincial, cercanos a los 400 kilómetros al noroeste de esta ciudad, acompañando a los jefes comunales en la habilitación de obras al servicio de los habitantes que las valoran y prometen cuidarlas y conservarlas. Además, inauguró ampliaciones en la Residencia Terapéutica Evita perteneciente al IAPA que se ha convertido en fundamental para la lucha contra los consumos problemáticos en Formosa.
Junto con todo ello adoptó una medida que tiene efectos múltiples. Sin que nadie le hiciese reclamos, Insfrán volvió a incrementar las remuneraciones de los agentes de la administración pública provincial, esta vez en un 28 porciento y garantizando un salario básico de 450.000 pesos.
Esta decisión política mejora el poder adquisitivo del salario delos estatales pero, al mismo tiempo, impacta favorablemente en la necesaria actividad del comercio local.
En cuanto a las obras, en gestión solidaria y coordinada con los municipios se continuarán en función de las posibilidades del estado provincial.
Como siempre lo aclaró, esto implica disminuir la dinámica de las actividades aunque, nunca, suspenderlas o paralizarlas.