Por Mateo Saulo Marín
En Formosa la histeria es libertaria
Hay un mito popular muy difundido que reza: “la alegría solo es brasileña”, pero mitos al margen, esta semana pudimos comprobar una verdad absoluta e innegable: “En Formosa la histeria es libertaria”.
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Con mucho para contar, pero con poco para emocionarse, la figurita repetida de la denunciadora serial del crucifijo batiente, generó una nueva de sus tantas aventuras mediáticas para buscar los “likes” que necesita como el aire que respira y que, por razón del hartazgo repugnante, le son esquivos.
La inefable política feisbuquera local el miércoles pasado pensó: “esta es la mía, con esta la rompo” y cual estatua de la libertad maculada mostró en sus redes sociales unas fotografías que podrían significar una vejación policial a personas detenidas.
En el paroxismo de su febril imaginación, ella se veía al día siguiente como una Jean D´Arc delante de las huestes de (segunda) Francia, marchando a tribunales a denunciar a la “perversa policía de Insfrán”.
Obviamente, como el pago chico le queda, valga la redundancia, chico, rápidamente recurrió a sus amigotes operadores de la prensa hegemónica porteña que se hicieron eco de la histeria actuada por la “hija de las redes” y cuales ecos que son, se limitaron a repetir una ¿noticia? solo para desviar la atención del gran público de la brutal represión de la Policía Federal a la protesta por el veto a la ley de movilidad jubilatoria, que tuvo como saldo alrededor de 50 heridos por gases, balas de goma y golpes, entre ellas la niña de 10 años rociada a quemarropa por el gas pimienta que arrojaron a su rostro los uniformados que responden a la ministra Bullrich.
Sin embargo, el jueves llegó y, luego de sus abluciones matinales, la consuetudinaria despotricadora digital vio desvanecer su sueño epopéyico de cruzada purificadora: los estamentos oficiales le ganaron de mano y sumario administrativo más medidas judiciales de por medio, la desayunaron con la noticia de que a esa altura, cinco efectivos de la policía ya habían sido detenidos y se dictó la orden de captura de un sexto, a partir de las imágenes difundidas por la mano ñembo salvífica de la legisladora de colores. La dejaron con el pincel en la mano, que le dicen.
Allí, automáticamente, apareció el sumum de la histeria libertaria, porque en ella se unieron odio y frustración lo que le provocó a la paladina virtual un cortocircuito catatónico y que retumbó en su entorno más cercano.
Testigos circunstanciales cuentan (ya con estatura de leyenda urbana) haber visto a una femenino (jeí policía) de pelo corto y cano, caminando con ojos llorosos y sin rumbo por la avenida Kirchner entre los gazebos de soberanía alimentaria balbuceando repetida y mecánicamente: “la culpa de todo la tienen Gonzalez y Arroyo” mientras un hilo de hiel se desprendia de la comisura de los labios…
Varias horas le llevó a la pietista parlamentaria asimilar el impacto imprevisto, puesto que recién por la tarde se animó a hacer un posteo endilgándose el desenlace de la causa como propio y remarcando que esta es una “victoria” de las redes sociales. Ese es un claro síntoma de la histeria libertaria: crearse una realidad virtual tipo “Sims”, el juego de la computadora donde uno arma un mundo ficticio de simulación social.
Y hablando de realidades paralelas, tristes por cierto, es la del insaciable buscador de identidad, que aún no asume que dejó de ser ñoqui de oro para pasar a ser un jubilado de privilegio. Con el entusiasmo colaboracionista característico, se preparó para recibir al Secretario de Medios de Nación, área de la que se cree muy conocedor. Creerse no es lo mismo que serlo, sólo es un autoengaño.
El novel militante, devenido en tesorero del partido que considera al Estado como una "carga" para el privado, olvidándose que fue de la mano de ese Estado que comió ñoquis por años, que lo jubiló muy joven y que le permitió estudiar una licenciatura en una universidad pública, en la que se recibió con una nota menos que mediocre sin pagar un solo peso, abarajó al funcionario nacional en la conferencia de prensa con un desplante histérico-critico-envidioso acusando a Serenellini que en Formosa tiene un perfil “más moderado que el que tenía cuando hace pocos días, conducía en el canal La Nación+ el noticiero de los domingos a la mañana”.
La obnubilada histeria del jubilado (¿te acordás cuando el líder de tu partido hablaba del sector al que ahora perteneces como “viejos meados”?), recibió un popular “quédate quieto” del secretario nacional, que con altura le contestó: “Somos intelectualmente honestos, esto no significa ser maleducados. Hoy soy funcionario del Gobierno Nacional, estoy en Formosa y vamos a escucharnos con los funcionarios locales”.
En fin, el ego tocado del que se la cree y ni siquiera escriben bien su nombre en su aburrida exposición ante la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación se sintió frustrado porque lo pone histérica ser el don nadie que ni agarra la sortija de la calesita.
Así nomas es la vida del nervioso libertario de Formosa, se enoja si el oficialismo hace y también si no hace, le revienta si un funcionario nacional habla con funcionarios provinciales y así implosionaron, por ejemplo, la recontra anunciada por ellos mismos visita de la ministra “Pum Pum” a estas tierras.
Mientras tanto, ese mismo día, los intendentes de municipios y comisiones de fomento de la provincia (menos dos) se reunieron con el Gobernador Insfrán para mostrar un apoyo contundente a las políticas provinciales. “Quienes quieran oír, que oigan” se llama el documento que firmaron y, nobleza obliga difundirlo, sin moverse un ápice de sus posiciones políticas, también tuvieron el gesto caballeros de regalarle una foto al funcionario nacional que nos visitó y que la oposición mezquina le negó. A tal punto llega ese gesto de los intendentes, que la propia Presidencia de la Nación difundió esa imagen, para mal de los libertarios locales, que solo muestran mala educación.
Tanto histeriqueo opositor ya argela, a nadie le importa, menos a Insfrán, que mantiene una agenda activa, bien política, amplia, transversal, regional y nacional, con inauguraciones y operativos que benefician a miles de formoseños y formoseñas de nuestra provincia. Una provincia que se muestra cada día más unida y solidaria para enfrentar todas las adversidades, como siempre lo hizo y sabe hacer, ya que, todos y todas lo sabemos, con ellas no pactamos, o las vencemos o nos vencen.