Empezó el juicio para esclarecer la muerte de la odontóloga Yoli Corbalán

Empezó el juicio oral y público por «homicidio simple con dolo eventual» que enfrenta la cirujana plástica Georgía Martínez y el anestesista Román Civilloti por la muerte de la odontóloga Noemí Yolanda Corbalán ocurrido en el 2013 luego de someterse a una intervención quirúrgica para realizarse una lipoaspiración.

Claudia Corbalán, hermana y abogada querellante en la causa dijo a los medios “esperamos que haya una condena ejemplificadora y una condena efectiva. La sensación desde el principio fue la sed de justicia”, declaró.

Reconoció que “en un primer momento la sensación fue de absoluta soledad por parte de las autoridades judiciales que en su momento llevaron a cabo la instrucción del proceso dado que el cumplimiento y forma de los plazos impedía que se llegue en plazo razonable a la conclusión de la etapa instructora y a la elevación de la causa del juicio”.

La abogada dijo que están con muchas expectativas “porque son más de 8 años que ocurrió el homicidio de Yoly por un acto quirúrgico y finalmente se va a realizar el juicio oral y público».

La abogada y querellantes presentaran como prueba otro caso similar que ocurrió en Formosa, donde se acusó por homicidio culposo con las características de que se llevó a cabo en una clínica sin habilitación. «Este sería en la actualidad el primer hecho por el cual se llevaría a juicio a los médicos imputados y la otra particularidad se da por las circunstancias en la cual ese acto quirúrgico se desarrolló en el marco de una clínica que, a pesar de no contar con habilitación, tampoco se encontraba para que se concrete este tipo de cirugía de especialidad estética».

«Yoly se operó para llevarse a cabo una lipoaspiración abdominal, y el delito por el cual acusa tanto la querella como el Ministerio Público es «homicidio simple con dolo eventual», porque se trató de un hecho que fue llevado a cabo por la cirujana plástica Georgía Martínez y el anestesista Román Civilloti teniendo pleno conocimiento de cuál hubiera sido el desenlace en el caso de concretarse una cirugía en las condiciones en los cuales ellos lo realizaron», dijo.

«Deberían haber prevenido que un acto quirúrgico de esa naturaleza que requería anestesia y que en la eventualidad en la cual surgiera algún inconveniente necesitaría una atención en una Unidad de Terapia Intensiva. La clínica no contaba con una UTI, como tampoco contaba con una unidad de traslado contratada para que se realice el traslado a la paciente para que reciba atención de más complejidad», añadió.

El juicio oral y público se desarrolla en el quinto piso del Poder Judicial, ubicado en la calles San Martin y Saavedra.