Se aparobó de manera general pasadas las 5
El oficialismo logró la media sanción del presupuesto 2023 en Diputados
El proyecto del Poder Ejecutivo, que tuvo una treintena de modificaciones, obtuvo 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones. La votación en particular demandó cuatro horas.
A las 5.12 de ayer, y con la presencia en el recinto del ex titular de la Cámara de Diputados y actual ministro de Economía, Sergio Massa, el oficialismo consiguió aprobar en la votación en general el proyecto de ley de presupuesto 2023, con 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones. Tras las votación en particular, durante la que se retiraron y agregaron distintos artículos, y que demandó cuatro horas, se dio por cerrada la sesión con la media sanción de la iniciativa que ahora deberá ser tratada en el Senado.
En la votación particular, el oficialismo decidió retirar el artículo 95 del dictamen del presupuesto, que prorrogaba hasta diciembre de 2023 la facultad del Poder Ejecutivo para modificar las alícuotas de los derechos de exportación. Claramente así lo decidió a partir de la certeza de que fracasarían en la votación.
No lo hizo y sí perdió la votación el Frente de Todos en el artículo referido al pago de Ganancias por parte de funcionarios y empleados del Poder judicial. Hubo 134 votos en contra de ese artículo -incluso cinco por parte del propio oficialismo- y 116 a favor.
El debate de la ley de leyes comenzó cerca de las 14 del martes, luego que el Frente de Todos alcanzara el quórum con la presencia de aliados y un puñado de diputados de la UCR y Evolución Radical.
Tal como se preveía, votaron a favor, en general, el interbloque Provincias Unidas, el interbloque Federal y el radicalismo con sus dos expresiones. En la previa, antes de la inclusión de ciertas modificaciones, se pensaba que el interbloque Juntos por el Cambio iba a acompañar en su mayoría y el resultado iba a ser más holgado, pero no resultó así: el Pro se abstuvo y la Coalición Cívica se opuso.
La incorporación de un artículo para que los jueces y funcionarios del Poder Judicial, sea cual fuese la fecha en que hayan ingresado, generó la mayor polémica en la recta final, y la advertencia de inconstitucionalidad por parte de los representantes del sector, a la que varios diputados de la oposición se acoplaron.
No solo por esa cuestión, sino por estar en las antípodas de la política económica del Gobierno, tampoco acompañaron el presupuesto -con distintos argumentos- las dos bancadas de liberales y los legisladores del Frente de Izquierda.
En sus proyecciones macroeconómicas, el primer presupuesto diseñado por Sergio Massa -quien estuvo en la Cámara baja durante la sesión- prevé un crecimiento del PBI del 2%, con una inflación del 60% y un dólar a 269 pesos en diciembre del año próximo.
Además, el déficit primario proyectado es de 1,9% del PBI, contra el 2,5% previsto para el presente año, en línea con el compromiso tomado con el FMI.
Entre sus principales puntos, durante el debate se incorporó una cláusula gatillo por inflación, solicitada por la oposición; se incrementó en 85.000 millones de pesos como piso la partida para los subsidios al transporte del interior; y se aumentaron en más de 300.000 millones de pesos distintas partidas para políticas sociales.
Como miembro informante del oficialismo, abrió la discusión el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, quien advirtió que “no se puede volver a dejar al país, no al Gobierno, sin presupuesto”, en referencia a lo sucedido el año pasado, cuando por primera vez en la historia se rechazó un Presupuesto. Además, negó que se trate de un plan de gastos y recursos que contenga ajuste y, por el contrario, lo calificó como realista y de cumplimiento posible.
También desde el Frente de Todos, el diputado Itai Hagman, defendió los cambios que se dieron al proyecto de modo de que “el ahorro fiscal no recaiga en ninguna política pública que garantiza en la Argentina derechos fundamentales”, y cargó contra la oposición al decir que el programa “de ajuste drástico de la inversión pública ya se probó en la Argentina y nunca funcionó”.
Artífice de la inclusión del artículo referido a la eliminación de la exención de Ganancias para jueces, el entrerriano Marcelo Casaretto aclaró: “No tocamos las remuneraciones, sí (establecemos) un esquema de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. La idea es avanzar con la redacción tal como la tiene el dictamen, porque llevaría a una situación de equidad tributaria”.
Luego fue el turno del macrista Luciano Laspina, quien criticó las “prioridades” que se plantean en el proyecto, y habló de una “derrota ideológica para el oficialismo” porque “es el primer presupuesto del kirchnerismo” que contiene recortes. Sin embargo, enfatizó: “No estamos de acuerdo con la naturaleza del ajuste del gasto”.
Desde la UCR, el cordobés Víctor Hugo Romero alertó que la reducción del déficit fiscal que plantea el presupuesto está basada en dos pilares: un ajuste en la prestación de los servicios sociales, y una disminución en los subsidios energéticos. “Y acá hay una gran diferencia. Hay que trabajar en la eficiencia del gasto, pero fijarse muy bien cuando hacemos la racionalidad del gasto”, dijo en el mismo sentido que su par Laspina y advirtió que “lo único que crece son las transferencias a las empresas del Estado”.
Sobre las proyecciones macro, el secretario de la Comisión de Presupuesto y Hacienda observó respecto del tipo de cambio que el mismo se toma como “variable de ajuste para contener la inflación”, lo cual “genera problemas en la balanza comercial, y básicamente impacta en las reservas”.