“Fue un gran negocio para los importadores y pésimo para los trabajadores”
El ministro Ibáñez afirmó que “cada vez que abrieron las importaciones, terminó mal”
ç“Nos han paralizado toda la obra pública –dijo Ibáñez- lo que significa menos trabajo para los formoseños, entonces, el momento es difícil y en ese contexto, nosotros estamos soportando con nuestros propios recursos”
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El ministro de Economía, Hacienda y Finanzas de la provincia, doctor Jorge Oscar Ibáñez, habló sobre la situación económica que se está viviendo en el país debido a las decisiones políticas que toma el gobierno nacional respecto y dijo que “el desfinanciamiento de las provincias, es decir, la caída de la coparticipación, el no pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente y de la conectividad, que nos hacemos cargo las provincias, más el retiro de los subsidios en la energía eléctrica y en transporte, ocasiona grandes problemas en las jurisdicciones provinciales”.
“Nos han paralizado toda la obra pública –agregó- lo que significa menos trabajo para los formoseños, entonces, el momento es difícil y en ese contexto, nosotros estamos soportando con nuestros propios recursos; hay sectores que están muy contentos porque se abren las importaciones y traen el pan de Brasil, atentando contra nuestros panaderos y las fábricas de pan de nuestro país, pero la historia nos dice que cada vez que abrieron las importaciones para sustituir productos fabricados en la Argentina, terminó mal y fue un gran negocio para los importadores y pésimo para los trabajadores, las pymes y las industrias nacionales”.
Por otra parte, el ministro apuntó hacia el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), y sostuvo que “es un traje a medida de las grandes corporaciones internacionales, con proyectos de más de 200 millones de dólares, exclusivamente para extraer recursos nacionales como minerales, petróleo, gas, mientras que en la Argentina no queda absolutamente nada”.
“Sin embargo –indicó- lo grave, también, es que le da muchos beneficios de no pagar impuestos, los exime de todo, incluso de poder girar libremente las divisas. A las industrias nacionales no las ayudan, hacen un plan espectacularmente favorable para los grandes grupos internacionales, para los fondos de inversión, para todos ellos, y abandonan a las pymes argentinas; se cierran fábricas nacionales y propician un sistema de inversiones con todas las facultades para los extranjeros”.
Para finalizar, Ibáñez afirmó que “desde Formosa, afirmamos que el camino es fortalecer la industria nacional, generar empleo en nuestro mercado interno y así, avanzar hacia la exportación”.