El mes de abril, ligado a la identidad cultural de los formoseños

Junto con el Centenario de la Escuela 46 creada al influjo de la gestión del docente correntino Fernando Bejarano y que dio origen a la población de Siete Palmas a partir de una comunidad conformada por familias italianas, paraguayas y argentinas que se dedicaron a cultivar la tierra y a criar ganado vacuno se evocó los 40 años del inicio de la guerra con Gran Bretaña luego de la ocupación de las islas Malvinas por contingentes enviados por el gobierno militar de entonces.
En esos fríos territorios insulares hubo también formoseños que murieron en el contexto de un hecho bélico que se convirtió en una de las más profundas heridas para los argentinos ya que fue una guerra que nunca debió ocurrir.
Salvo excepciones, se admite que la diplomática debió ser siempre la vía a apelar para la resolución de los conflictos que parecen ser eternos ya que, pese a las recomendaciones de las Naciones Unidas, se torna imposible el diálogo entre las partes y sigue vigente en el dolor y el desconsuelo de sus familiares la ausencia de quienes cayeron en la lucha.
A ellos y a los veteranos de guerra se evocó este nuevo 2 de abril mientras la Nación ratifica la convicción que las Malvinas fueron, son y serán siempre argentinas y que se procurará su recuperación a través de la vía diplomática, ratificando el derecho a la soberanía sobre las Islas.

Bandera provincial

Pero abril también tiene que ver con el origen de Formosa, una villa que fundara el 8 de abril de 1879 el comandante Luis Jorge Fontana luego de un fallo arbitral del presidente de EE.UU., Rutheford Hayes, como consecuencia de la guerra de la triple alianza determinó que pasaba al dominio paraguayo Villa Occidental (actualmente Villa Hayes) por entonces la capital del Gran Chaco argentino.
Gildo Insfrán, a poco de asumir como gobernador, decidió que la celebración del 8 de abril se convirtiese en un fasto provincial ya que hasta ese entonces, 1997, era celebrado únicamente en esta capital.
Al mismo tiempo, y como un símbolo de la identidad cultural de los formoseños, determinó que cada 8 de abril los alumnos de cuarto grado de las escuelas primarias de toda la provincia prestarían su promesa de lealtad a la bandera provincial.
Ese acontecimiento -ya que convocó a multitudes en actos celebrados sobre las avenidas Napoleón Uriburu y Néstor Kirchner y con la participación de delegaciones de toda la provincia- dejó de realizarse en los últimos años a raíz de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus.
El mejoramiento de la situación epidemiológica como consecuencia de los réditos de la estrategia sanitaria local basada en priorizar la preservación de la salud y la vida de los formoseños así como la amplia cobertura de la población objetivo en materia de vacunación anti covid-19, determinó que se vuelva a estas ceremonias ligadas al sentir popular.
Es así que el próximo 8 de abril cerca de 5.000 alumnos del cuarto grado - de los años 2020,2021 y 2022- prometerán lealtad a la bandera provincial y luego de un paréntesis de dos años Insfrán volverá a tomarles la promesa pertinente a partir de una fórmula que sintetiza las razones de ese acto relevante para sus vidas.
Ya las unidades educativas de esta capital están practicando puesto que, esta vez, solamente la delegación zonal Formosa participará en esta ocasión mientras que las demás instituciones del interior van a hacerlo en sus unidades.
“Sí prometo”, es la respuesta que aguardará el gobernador y que le confirmará que los niños aceptan afirmar su lealtad con el máximo símbolo provincial y a esforzarse para que haya un futuro de grandeza con el protagonismo decidido de todos ellos.

Voto de fidelidad

El voto de lealtad con la bandera provincial que el gobernador solicitará a los escolares reviste un significado de suma importancia y será el propio jefe del PEP quien así les haga saber.
Les manifestará que la enseña simboliza el ser provincial y que en su paño, como un crisol, se funden nuestro origen, historia, las luchas del presente y las esperanzas de lo por venir, al calor de la unión, la hermandad, el espíritu solidario, la humildad, el trabajo fecundo y la fe en Dios
La tradicional fórmula consigna en su texto que “estos rasgos prominentes del formoseño, hacen nuestra identidad cultural, única e irrepetible, con la cual, desde el costado Norte de la Patria, nos proyectamos a la Nación y desde allí enfrentamos los desafíos de la integración”.
“Esta visión de nuestra impregna el 8 de abril de un significado que excede el recuerdo del momento fundacional, para convertirlo en un imperativo que nos impulsa a construir la Formosa soñada por todos y a la que no estamos dispuestos a renunciar”, consigna.
Finalmente, les preguntará a los alumnos.” ¿Prometéis mantener siempre vivo en vuestros corazones el compromiso de estudiar, trabajar y poner el mejor esfuerzo para alcanzar la paz, prosperidad y la felicidad de todos los formoseños?”, para escucharse de inmediato el enfático: “Sí prometo”.
Es probable que, si se mantienen las actuales condiciones epidemiológicas, el año que viene se vuelva a la participación multitudinaria de los alumnos de cuarto grado de capital y de las delegaciones de todo el interior lo que le asigna al acontecimiento un verdadero sentido federal.
Justo L. Urbieta