TERCER MILENIO
El largo viaje en un vagón de segunda clase del ferrocarril
Quienes lean el título de esta nota y conozcan mi origen en Comandante Fontana supondrán que se trata de un relato de alguno de los tantos viajes que realizaba con mis padres desde ese inolvidable pueblo de mis primeros años hasta esta capital.
Sin embargo, es una referencia del entrañable Vicente Arcadio Salemi, el “Tata”, acerca de una parte de la histórica gesta protagonizada por 93 formoseños en 1955 y que formaban parte de la Comisión Pro Provincialización de Formosa.
No han sido pocos los historiadores que aludieron a ese que es reconocido – junto a la fundación y a la firma del acta de Reparación Histórica que ocurriesen en 1879 y 2003, respectivamente- como uno de los hitos culturales de Formosa.
Pero esta narración que Salemi hiciese en 2005 cuando después de largos años de ausencia regresó a Formosa con motivo de los 50 años de la provincialización, adquirió un alto valor que seguramente será aprovechado por las nuevas generaciones.
Es que describió aspectos desconocidos de esa verdadera hazaña de quienes tras largas diligencias realizadas en unidad y solidaridad, acudieron presurosos a la cita pactada para el 5 de abril de 1955 con el entonces presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón.
Contaba el “Tata” que encabezó una delegación numerosa sin medios para continuar viaje y que puso avanzar por el gesto del gobierno del Chaco que les permitió contar con los pasajes.
“Nos pasamos cantando y vivando a Formosa, toda la noche de nuestro largo viaje, en segunda clase de un vagón del ferrocarril, hasta llegar a Buenos Aires”, exponía.
Previamente, los formoseños habían llegado hasta ese momento esperanzados de una vida mejor organizada institucionalmente y, consciente de su madurez política, el pueblo de Formosa asumió la lucha por su ansiada soberanía.
Reconocía Salemi que esa decisión soberana estuvo estimulada por el gobierno nacional en la persona del teniente coronel Martín Carlos Martínez, formoseño el, quien se desempeñaba en la secretaría general del presidente Perón y que se encargó de darles la buena nueva acerca de la llegada del momento propicio para avanzar hacia el objetivo soñado.
Y ello ocurrió en la mañana otoñal del cinco de abril de 1955, en el Salón Blanco de la Presidencia de la Nación donde, ante la presencia del gabinete nacional, y con sus co-territorianos que se agolparon en el salón, Salemi le expuso al presidente Perón los fundamentos de las inquietudes libertarias del pueblo de Formosa.
La respuesta fue clara e inmediata: “El pueblo es el único artífice de su destino”. Perón les prometió la provincialización que el 28 de junio de 1955, con la promulgación de la Ley respectiva convirtió en hecho real el antiguo sueño de quienes por entonces habitaban estos lares.
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El regreso a casa
El “Tata” volvió a su casa, a esta ciudad, en 2005 en compañía de sus tres hijas para asistir, junto con otros ex integrantes de la Comisión Pro Provincialización, a los actos oficiales organizados por decisión del gobernador Gildo Insfrán para rendir homenaje a los gestores de ese hecho histórico a 50 años de su concreción.
El mensaje de Vicente Arcadio Salemi pronunciado el 28 de junio de 2005 constituye un verdadero canto a la esperanza y muestra la dimensión que adquiere la gestión de un pueblo unido y organizado solidariamente.
El “Tata” -quien repitió visitas para asistir a los Desfiles de la Provincianía- falleció en Buenos Aires en 2009 y junto al Monumento del Cincuentenario que inaugurase con Insfrán, fue descubierto un busto suyo en para evocar su memoria y en señal de gratitud a los 93 gestores del histórico hecho de 1955.
La visión de Salemi
Salemi dejó ricas expresiones y su visión sobre la Formosa que encontró al regresar a esta ciudad: “Zonas inhóspitas como el Oeste que, gracias a la bendición del agua, se han convertido en verdaderas regiones productivas. La ruta 81, futuro corredor bioceánico del norte argentino con todo lo que significa para el país. Surcada por caminos y rutas asfaltadas que nos sacaron del aislamiento. Obras públicas que nos permiten alcanzar un mayor bienestar y ecuanimidad social. Son estas y muchas más circunstancias auspiciosas de este nuevo paradigma, cargado de expectativa, que vive la provincia”.
El uso de la tercera persona del plural, evidenció el sentido de pertenencia que seguía intacto en el espíritu del viejo maestro de grado que con su sencillez y humildad contagió de ternura a quienes tuvimos la satisfacción de conocerlo y tratarlo, valores que se convierten en un verdadero legado para los formoseños de hoy y del futuro, los que nacieron aquí o eligieron este incomparable territorio como destino de vida.
Justo L. Urbieta