EL PROYECTO SE DISCUTIRÍA EN EL RECINTO DURANTE LOS PRIMEROS DÍAS DE MAYO
El Gobierno apura el giro del paquete fiscal, pero se demora el debate de la ley ómnibus
El Ministerio de Economía pule los detalles burocráticos y la Jefatura de Gabinete planea enviar mañana el capítulo con los cambios en Ganancias. Mientras, la Casa Rosada lidia con las demandas de gobernadores y diputados.
La Casa Rosada daba esta tarde las últimas puntadas burocráticas al paquete fiscal que acordó con la oposición dialoguista y que buscará tratar en paralelo a la postergada ley ómnibus a partir de la semana que viene. Tiene previsto girar mañana mismo el proyecto, que incluye Ganancias, a la Cámara de Diputados. Sin embargo, los tiempos para empezar el debate en comisión de esa iniciativa junto a bases se postergan y la conversación parece embarrarse, otra vez. Cada día se reeditan o aparecen nuevos contratiempos y trabas de diputados y gobernadores aliados, que retrucan con demandas y pruritos, desde la regulación de las tabacaleras, a los incisos sobre la promoción de inversiones y sobre la reforma laboral.
En la Casa Rosada tenían planeado convocar al plenario de comisiones para esta misma semana, pero esta mañana admitieron que no lo harán hasta la próxima. Quieren estar seguros de que tienen todos los votos que necesitan asegurados, y hasta hoy, a pesar del optimismo que exhibían días atrás, debieron reconocer que aún no los tienen.
El proyecto bases se tratará en comisión sobre la base del que se había presentado en el inicio del año, reemplazándolo con el famoso borrador que le hizo llegar Guillermo Francos a los gobernadores y los bloques. Pero la parte fiscal aún está en manos del ministro de Economía, Luis Caputo, que tenía previsto enviarlo hoy a la Secretaría de Legal y Técnica de Javier Herrera Bravo para que se emprolijen los aspectos formales. Tras la firma del presidente y de los ministros, pasaría a la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse, y desde allí a la Secretaría de Relaciones Parlamentarias del Congreso.
Según se informó, el encargado de girarlo esta vez no será el ministro del Interior, Francos, sino el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar de Marchi. Una vez en el Congreso, iría a la Presidencia de la Cámara que maneja Martín Menem; luego a la Secretaría Parlamentaria; y finalmente se le daría giro a las comisiones. Este proceso burocrático estaba previsto para hoy, pero se extenderá hasta mañana, como máximo, dijeron en la sede del gobierno nacional.
En el paquete fiscal el eje central y más problemático es el impuesto a las Ganancias, cuyo piso quedó en 1,8 millones y donde se introdujeron nuevas escalas. Y si bien el oficialismo cree que esos cambios son suficientes para recibir el visto bueno de los aliados de Juntos por el Cambio y Hacemos Coalición Federal, siguen apareciendo reparos.
El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, que pone en juego dos senadores, se mantiene en una postura dura frente a cualquier iniciativa de La Libertad Avanza, mientras presiona por Represas, por YCRT y fondos para actividades locales. Esta mañana, muy temprano, Francos lo recibió por sólo media hora antes de la reunión de Gabinete, pero no llegaron a un arreglo y seguirán dialogando.
Mientras tanto, su par de Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro, dijo que no está de acuerdo con la letra fina del régimen de promoción de inversiones, y pidió reverla antes de su encuentro con el cordobés Martín Llaryora, el entrerriano Rogelio Frigerio y el propio Francos, que viajó a tierras santafecinas especialmente, esta tarde, para escuchar los reclamos de la región núcleo del país, como la llamaron en su entorno.
Además, el correligionario Martín Tetaz, desde la Cámara baja, insiste con cada vez mayor vehemencia en la necesidad de reincorporar la regulación de la industria tabacalera. Este último se transformó, contra todo pronóstico, en uno de los puntos más conflictivos de la ley. La semana pasada Milei había ordenado remover de raíz los artículos dedicados a esa normativa que había introducido en la versión inicial de Bases para evitar que, por ese tema, se frenara el conjunto. “Lo vamos a tratar más adelante”, había dicho un alfil del jefe de Estado. Pero Tetaz insiste, y en la Casa Rosada no sólo desestiman sus pedidos, sino que lo acusan de buscar protagonismo en la escena pública a costa de la ley fundacional de los libertarios.
En paralelo, se complejizó la discusión sobre la reforma laboral. Con la misma actitud pragmática que ante el delicado conflicto por el tabaco, el oficialismo había aceptado quitar los incisos que quitan las cuotas sindicales y que ponían en pie de guerra a los jefes de los gremios. Y en esa cruzada le había dado la prerrogativa al bloque radical para que elaborara un proyecto propio, del que quedó encargado el cordobés amigo Rodrigo De Loredo.