TRANSFERENCIA DE LA TRADICIÓN DE PADRES A HIJOS
El Centro Polivalente de Arte celebró el Día Universal del Folclore
Ayer, 22 de agosto, se celebró el Día Universal del Folclore y el Día Nacional del Folclore Argentino, hechos muy arraigados a los valores y enseñanzas del Centro Polivalente de Artes, quienes organizaron una jornada de comidas tradicionales, música y baile.
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Desde la EPES 52 Centro Polivalente de Arte (CPA) organizaron este martes una actividad para celebrar el Día Universal del Folclore y, en paralelo, el Día del Folclore Argentino. En ella, estudiantes y docentes del Ciclo Básico y Orientado, divididos por turnos, y también acompañados por las familias, prepararon platos dulces y salados típicos que los compartieron entre todos.
En ese sentido, la directora del CPA, profesora Silvana Pérez, destacó que la jornada se desarrolló con normalidad. Detalló que “comenzó temprano con la instalación de estands y prender el fuego para poner las parrillas y las ollas”. Así, primero sirvieron el mate cocido con tortas fritas, y luego, de almuerzo, guisos, empanadas y asado.
De esa manera, “los estudiantes compartieron lo que son nuestras tradiciones”, y, para eso, explicó que “cada grupo armó su trabajo y después todos colaboraron con los productos que se necesitan para elaborar los platos que se iban a ofrecer”.
A su vez, en esos grupos, los padres y familiares están también involucrados, “por lo que, en ese sentido, es una actividad que une a la comunidad con el CPA”, subrayó categórica.
Acentuó, asimismo, que de “todas las actividades que organiza la institución siempre participan las familias”.
En la organización de esta jornada en particular, se especificó que hasta el mediodía se extendió la que hicieron los estudiantes del ciclo básico, mientras que por la tarde fue la de quienes cursan el Orientado.
Estos tuvieron a su cargo “todo lo que tiene que ver con una especie que podemos llamar merienda: con platos dulces y salados, chipas, alfajores, pastafrola y otras delicias”.
En ese sentido, añadió la directora que “cada uno de los alumnos hizo una investigación previa acerca de dónde proceden esos productos y la costumbre de consumirlos, y también con aportes de la familia, por ejemplo, en algunos casos, la abuela que le hacía la pastafrola, o también la mamá les ayudaba a preparar los alfajores”.
Sobre la jornada, el profesor Javier Chaparro declaró que se trata de una tradición que se organiza hace muchos años, “en la que cada curso tiene asignado una comida tradicional”.
En concreto, lo que se busca con la actividad es “promover a través del folclore la transferencia de la tradición de padres a hijos”, marcando en esa línea que “cada vez es más la participación de las familias”.
Y específico que hay dos tipos de talleres, según los años que cursen: “Por un lado, primero, seguro y tercero, por la mañana; y cuarto, quinto y sexto, por la tarde”.
A su turno, varios padres contaron la experiencia de acompañar a sus hijos. Como el caso de un papá, quien valoró que “en el Día Folclore la institución haya hecho este semejante emprendimiento para cuidar lo nuestro y para que los estudiantes comprendan el estudio de nuestras costumbres, cultura y paradigmas, así que, felicito a todos los profesores y directivos”.
En esa misma línea, una mamá de una estudiante del primer año, de nombre Soledad, quien también se desempeña como preceptora del colegio, dijo que en su caso participó por primera vez, y marcó que “es un evento muy importante de nuestra cultura, para valorizarla al igual que las costumbres y comidas típicas”.
Puntualizó, además, que, a su hija, desde el interior, la abuela le envió la masa preparada de la torta frita, “porque quería comer la que hace ella”, la cual lleva “grasa, huevos caseros y demás ingredientes”.
Por último, Roque, papá de un alumno de quinto año, comentó que el hace tiempo viene acompañando a esta actividad, por lo que “es como una vida al ser la tercera generación del Polivalente”, puesto que allí estudiaron “mis hijos, mis primos e incluso yo fui docente, que ya estoy jubilado”.
Es por ese motivo que definió, con mucha alegría: “Esto es sentirse vivo, son actividades que merecen ser aplaudidas porque el folclore, en particular, es el alma del pueblo, por lo tanto, si queremos seguir felices tenemos que acompañarlos”, concluyó.