Desde la Dirección de Niñez, instan a denunciar casos de maltrato infantil

El director de Niñez y Adolescencia del Ministerio de la Comunidad, Robert Iván Medina Patiño, instó a la sociedad formoseña a denunciar casos de maltrato infantil y brindó detalles acerca de cómo dar a conocer este tipo de situaciones.

“Desde la Dirección de Niñez tenemos dos formas de anoticiar esta demanda de vulneración de derechos, por medio de una demanda espontánea o por llamada telefónica”, indicó.

En el primer caso, explicó el funcionario, la denuncia se realiza directamente en la sede del organismo, ubicada en la avenida 9 de julio y calle Corrientes.

“Y la otra forma es a través de la línea 102 “,el número por excelencia para comunicar este tipo de situaciones”, precisó.

Asimismo, señaló que al tomar conocimiento de cualquier caso de este tipo, un equipo territorial se dirige al domicilio denunciado, ya sea en capital o en interior, para “constatar esta situación de vulneración”.

“Después, sigue trabajar con las familias o los referentes afectivos con alguna estrategia o medida para poder reestablecer ese derecho vulnerado”, agregó.

Por último, Medina Patiño aclaró que las denuncias pueden ser hechas por cualquier persona, ya sean niños, adolescentes, adultos o adultos mayores.

“Las mismas son anónimas, pero a nosotros ya nos permite, con el anoticiamiento, poder trabajar en el barrio y la comunidad”, finalizó.

Sobre el maltrato infantil

El niño no sabe defenderse ante las agresiones de los adultos, no pide ayuda, esto lo sitúa en una posición vulnerable ante un adulto agresivo y/o negligente. Los niños que sufren maltrato tienen múltiples problemas en su desarrollo evolutivo, déficits emocionales, conductuales y socio-cognitivos que le imposibilitan un desarrollo adecuado de su personalidad. De ahí la importancia de detectar cuanto antes el maltrato y buscar una respuesta adecuada que ayude al niño en su desarrollo evolutivo.

A continuación exponemos una serie de indicadores que nos pueden ayudar en nuestra observación, sin embargo hay que tener en cuenta que éstos por sí solos no son suficientes para demostrar la existencia de maltrato sino que además debemos considerar la frecuencia de las manifestaciones, cómo, dónde y con quién se producen.

Algunos de los indicadores, entre otros, que se pueden dar son:
En el NIÑO:

• Señales físicas repetidas (moratones, magulladuras, quemaduras...)
• Falta de higiene (suciedad, malolientes, con ropa inadecuada, etc. )
• Cansancio o apatía permanente (se suele dormir en el aula)
• Cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente
• Conductas agresivas y/o rabietas severas y persistentes
• Relaciones hostiles y distantes
• Actitud hipervigilante (en estado de alerta, receloso,...)
• Conducta sexual explícita, juego y conocimientos inapropiados para su edad 
• Conducta de masturbación en público
• Niño que evita ir a casa (permanece más tiempo de lo habitual en el colegio, patio o alrededores)
• Tiene pocos amigos en la escuela
• Muestra poco interés y motivación por las tareas escolares
• Después del fin de semana vuelve peor al colegio (triste, sucio, etc...)
• Presenta dolores frecuentes sin causa aparente
• Problemas alimenticios (niño muy glotón o con pérdida de apetito)
• Falta a clase de forma reiterada sin justificación
• Retrasos en el desarrollo físico, emocional e intelectual
• Presenta conductas antisociales: fugas, vandalismo, pequeños hurtos, etc.
• Intento de suicidio y sintomatología depresiva
• Regresiones conductuales (conductas muy infantiles para su edad)
• Relaciones entre niño y adulto secreta, reservada y excluyente
• Falta de cuidados médicos básicos

En los PADRES y/o CUIDADORES:

• Despreocupación y pasividad por el niño
• No acuden nunca a las citas y reuniones del colegio
• Desprecian y desvalorizan al niño en público
• Los padres/ tutores no proporcionan o buscan ayuda psicológica para resolver una alteración emocional
• Sienten a su hijo como una "propiedad" ("puedo hacer con mi hijo lo que quiero porque es mío")
• Expresan dificultades en su matrimonio
• Recogen y llevan al niño al colegio sin permitirle contactos sociales
• Están siempre fuera de casa (nunca tienen tiempo para...)
• Compensan con bienes materiales la escasa relación personal afectiva que mantiene con sus hijos
• Abusan de substancias tóxicas (alcohol y/o drogas)
• Trato desigual entre los hermanos
• No justifican las ausencias de clase de sus hijos
• Justifican la disciplina rígida y autoritaria
• Ven al niño como malvado
• Ofrecen explicaciones ilógicas, contradictorias no convincentes o bien no tienen explicación
• Habitualmente utilizan una disciplina inapropiada para la edad del niño
• Son celosos y protegen desmesuradamente al niño

Fuente: serviciossociales.jcyl