TERCER MILENIO
De idiotas y sequías. Reflexiones
Por Mateo Saulo Marín
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“Algunos nacen idiotas, otros aprenden a serlo
Otros se hacen los idiotas y tratan de convencernos”
(Los idiotas, Calle 13)
Cuando creí que ya nada me sorprendería, aparece la idiotez de alguien para darme el gusto de saber que la especie humana siempre se supera en esa categoría.
No es personal, pero como siempre, ante determinada situación, aparecen los “genios del tablón” para decir cómo deberían hacerse las cosas que, obviamente, el gobierno las hace mal o no las hace o no tiene idea. En fin, hoy son las rémoras oportunistas que tratan de aprovechar la sequía extraordinaria para tratar de sacar alguna pequeñita ventajita política.
Y entre las luminarias de la queja permanente, descolla nuestro inefable senador por los perdedores y actual novio de -dicen las malas lenguas- la ex de Baby Etchecopar (hablame de tener estómago para tragarse semejante sapo).
Desde no sabemos de qué lugar virtual lo hace, el Pequeño Añejo Coloradense pontifica: “El intendente de Pozo del Tigre tiene que saber algo, la sequía no es cuestión de fe o religión. No se trata de ponerse a rezar, sino de hacerse cargo”.
Brillante deducción, horas de reflexión volcadas en dos oraciones que conmueven los vinalares atávicos de la zona, ahora… poca comprensión de lectura tiene nuestro legislador enamorado, que no distingue un sarcasmo de una bicicleta.
Valiente y sesudo no queda allí su épica diatriba, pues siguiendo los dictados de su comunity manager escribe: “Siento vergüenza al escuchar a funcionarios banalizar un problema tan grande como la sequía que atraviesan los ciudadanos de Pozo del Tigre”. Maravillosa prosa, tanto que está hablando de sí mismo y de sus amigos que de banalizar saben mucho, pero se hacen los distraídos…
Y no deja de sorprendernos el carapé ilustrado, porque el cierre de su reflexión alcanza la dimensión de aquellos relatos domingueros de Mentesana, que con elocuencia nos describía los partidos en el viejo estadio oficial, emocionándonos en cada jugada; es así que con la vibrante verba que no lo caracteriza, Luis Naidenoff cierra diciéndonos: “Mientras la gente sufre, el gobierno está de brazos cruzados hace décadas. Formosa no tiene problema de falta de agua o recursos naturales, Formosa está pagando el precio de la inoperancia de un gobierno que nunca se ha hecho cargo de nada para dar una solución integral a la falta de agua potable en Pozo del Tigre y otras localidades de la zona centro de la provincia”. Sorprende el conocimiento del senador, lo científico de su sermón y lo contundente de la conclusión. Sin dudas Luisito hizo un profundo estudio del sistema hídrico de la provincia, evaluó las isohietas realizando un análisis comparado de la media de los últimos 25 años, meditó sobre el año hidrológico y las incidencias de las variables climáticas, para concluir lo que concluye (nota: ya que no distinguió el sarcasmo del intendente, menos va a entender la ironía del comentario, en criollo básico, el senador habló por hablar por que su ignorancia es tan grande como su ego).
La verdad que Residente, al escribir la canción citada en el epígrafe, era un profeta anunciando, describiendo, visualizando a esas personas tan bien representadas por nuestro legislador nacional, que es bueno citarlo:
Un idiota es aquel que no aprende del pasado
Un desinformado que no escucha al informado
Un idiota por debajo del nivel
Un idiota es el que cree que todos son idiotas menos él