TERCER MILENIO
Cuando el pueblo se apropia de lo que siente suyo, perdura en el tiempo
Por Justo L. Urbieta
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Así como hace algunos días se asistió a un verdadero maratón de inauguraciones de obras relacionadas con el sistema educativo y que tuvo como nota superlativa el inicio de las actividades de la Universidad Provincial de Formosa con sede en Laguna Blanca, en los recientes se puso el acento en el área de la salud pública.
Hasta ahora, ocurrieron dos hechos que ligan esa actividad clave para el desarrollo humano con la historia misma y el protagonismo de actores comunitarios. La inauguración del moderno centro de salud Doctor Jorge Luis Diez, de Villa La Pilar, y la habilitación de los trabajos de remodelación del edificio de lo que fuera la denominada Gota de Leche convertido ahora en el moderno Laboratorio de Vigilancia Epidemiológica.
En ambos actos, las autoridades y funcionarios locales revalorizaron el fortalecimiento y la modernización alcanzada por el Sistema Provincial de Salud Pública del que se sienten orgullosos por considerarlo como el mejor de la Argentina.
En ese contexto, no estuvieron ausentes referencias a la oposición y a determinadas posturas críticas asumidas en momentos críticos de la realidad sanitaria y el intento de arraigar ciertos conceptos que guardan relación con el trato solidario que el sistema otorga a pacientes procedentes de la hermana República del Paraguay.
A tal punto llega la gratificación por lo recreado en materia de salud pública que en el elogio a los réditos del sistema de complejidad creciente se parte desde la atención primaria de la salud hasta los niveles de trasplante de órganos y la atención de enfermedades complejas en el centro de medicina nuclear y radioterapia.
Al aludir a personas de su generación, Antonio Ferreira manifestó cómo se advierte claramente la evolución ya que no solo percibieron el tiempo de mucha escasez y el actual de la alta tecnología. Señalaba que en el nivel de complejidad creciente hasta es posible realizar trasplantes de órganos en el Hospital de Alta Complejidad con absoluta garantía.
Como dato que revela ese estado de evolución, señaló lo difícil que resulta ahora evacuar pacientes a otros centros “porque aquí tenemos todo”, y parafraseando a Gildo Insfrán apuntó que lo más barato ha sido comprar el equipamiento de primera generación ya que lo más difícil es la formación de los recursos humanos, algo que también es una realidad en Formosa.
También recordó que para la planificación provincial la salud no es un mero acto médico al entenderse que no sería completa si la decisión política no fuese acompañada de escuelas, caminos, energía, agua viviendas y comunicaciones que hoy permiten diagnóstico y tratamiento en tiempo real cualquiera fuere la distancia en todo el territorio formoseño, determinando que “Eso es también un acto médico”.
Con buen criterio, hubo reconocimiento para todos los profesionales de la salud desde aquellos que fueron protagonistas en la época territoriana, a los médicos que vinieron de otros lugares a ser pioneros de la salud en Formosa y a los propios formoseños que se formaron en las distintas carreras de las ciencias y regresaron para servir en su tierra natal.
En la pandemia
No dejó de citar Ferreira lo realizado durante la pandemia. Reveló que se hicieron 6400 pruebas de PCR aquí por día en esta ciudad y el interior, para certificar los diagnósticos lográndose resultados en tiempo y forma cuando antes se dependía del Malbrán con demoras que a veces de 35 días.
Estima que de eso poco se habla por parte de quienes cerraban los oídos y criticaban y que a través de sus actitudes morían muchos comprovincianos, mencionando que mientras ellos hacían eso los trabajadores de la salud y la conducción política trabajaban en estas cosas positivas para la población.
Al evocar el tiempo de limitaciones para atender enfermedades complejas dijo que el paciente tenía dos destinos: viajar en barco a Buenos Aires o al Hospital de Clínicas de Asunción del Paraguay.
Le llamó la atención las críticas que se mantienen porque se atiende a “gente que viene de otro lado” cuando en el Paraguay se encargaron de atender a los formoseños cuando se los necesitaba”.
La Gota de Leche
En lo que fuese la Gota de Leche, Antonio Ferreira -un funcionario muy cercano a Gildo Insfrán-, al igual que Jorge Ibáñez y que permanece en la misma oficina que comenzó a ocupar el 11 de diciembre de 1995 cuando juró como secretario general de la Gobernación para convertirse luego en jefe de Gabinete de Ministros del PEP- explicaba que ese nombre de la entidad no fue impuesto institucionalmente sino que surgió por propia decisión popular.
Y fue aquí que aprovechó para hacer notar que lo mismo ocurre con las ideologías, los programas y las actitudes frente a la vida al considerar que cuando el pueblo se apropia de lo que siente suyo, perdura en el tiempo, una apreciación que subliminalmente referenciaba al modelo formoseño y su mentor. “Cuando el pueblo se apropia, ya no delega más en nadie”, sostuvo.