Crece la producción de harina de algarroba
Producir harina de algarroba conlleva un proceso de cosecha, almacenamiento, selección y secado de la chaucha, luego se hace la limpieza, el lavado, la molienda y el tamizado para envasar.
En los últimos cuatro años, la producción de harina de algarroba pasó de 250 kilos a unos 2.250 kilos, número que aún no se cierra porque los productores continúan con un stock de chauchas para alcanzar unos 5.000 kilos más, según contaron desde la Asociación de Pequeños Productores de El Quebracho.
En diálogo con el presidente de la asociación, Antonio Palavecino, desde el departamento Ramón Lista, dio detalles del proceso que se lleva adelante para terminar en la harina; “tenemos más de 150 familias que se han abocado a la cosecha de la chaucha, es un grupo grande de gente que se desplaza por la zona”.
“Son las mujeres wichí, en su mayoría, que desde octubre comenzaron la recolección, ellas son las que más cosechan porque son las que saben, ellas conocen los lugares y buscan los algarrobales más grandes, las dulces” resaltó.
Dijo que la cosecha de chaucha se adelantó del año pasado, que fue el 15 de noviembre, este año se inició antes y cree que se debió a las lluvias que favorecieron el suelo. Las chauchas se compran, previo a eso se compran bolsas de polietileno para proveerles a los recolectores y desde la Asociación seguimos con el proceso posterior.
Palavecino relató que luego de contar con las chauchas, otro grupo de personas trabajan en la selección, “además se encargan de armar los secaderos, que se coloca a un metro de altura con media sombra, se prepara los nylon para cubrir en caso de lluvia, ya que en este momento se dieron algunas precipitaciones y estuvimos preparados para eso”, enfatizó.
Sobre el proceso, siguió contando que, “una vez que está la chaucha en los primeros quince días de buen sol, ya se puede pasar a la molienda. Acá hay otro grupo que está trabajando con dos molinos chicos, que trituran la chaucha y sale la semilla. Se crean puestos de trabajo en la sala de molienda de 15 personas que trabajan con mucho entusiasmo”.
Producir harina de algarroba conlleva un proceso de cosecha, almacenamiento, selección y secado de la chaucha, luego se hace la limpieza, el lavado, la molienda y el tamizado para envasar. “Este es un logro enorme porque ya se le da el agregado de valor acá en El Quebracho a este producto ancestral de mucho valor nutricional”, expresó el productor.
La producción de harina de algarroba es una de las actividades que planifican dentro de la Asociación, “es una de las nuevas que se está implementando, son cuatro las oportunidades en que se viene comprando la chaucha y haciendo harina. Es el cuarto año, la primera producción fue de 250 kilos, al año siguiente fuimos aumentando y llegamos a este último con 2.250 kilos de harina de algarroba hoy”, especificó Palavecino.
“En total, se compraron aproximadamente 5.500 kilos de chaucha, con eso se logró hacer esta harina. Todo lo que se produce tenemos la comercialización segura, lo entregamos a Nutrifor para que ellos hagan un tamizado para una harina más fina”, afirmó.
Desde el inicio, esta actividad fue planificada con el acompañamiento del diputado Roberto Vizcaíno, los ministerios de Producción y Ambiente; y de Economía, Hacienda y Finanzas. Las Asociación accedió a un crédito que logran pagar con la misma producción.
“Es un movimiento dentro del pueblo, muy bueno, y de todas las comunidades no solo de El Quebracho sino también Kilómetro 30, El Divisadero, El Cruce, algunas comunidades más chicas de El Potrillo, Pescado Negro. Hasta hoy se están comprando 13.000 kilos de chaucha de algarroba, en esta última etapa se prevé juntar 5.000 kilos más para tener remanente para la selección y la molienda”, agregó.