Comenzó ayer el juicio por la muerte de Sofía Puyó
En el edificio de Tribunales comenzó el lunes en horas de la mañana el juicio oral y público del caso Sofía Puyó, quien falleció en un accidente ocurrido el 10 de marzo de 2019 en Fortín Yunká y González Lelong. El acusado es Diego Ramoa, quien llegó a esta instancia detenido y procesado por el delito de homicidio culposo agravado por dos cuestiones: el estado de ebriedad que tenía cuando provocó el choque que terminó con la vida de su amiga Sofía y la velocidad con la que se desplazaba al mando del Peugeot 207 que impactó contra un árbol de la vereda. El juicio está a cargo de los jueces de la Cámara Primera en lo Criminal, Lilian Fernández, Viviana Taboada y Ramón Sala.
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Horacio Puyó, padre de Sofía, dijo ayer a los medios que “es movilizador porque es la primera vez que tenemos al asesino de mi hija sentado en el banquillo”. Y recordó que la carátula de la causa sigue siendo homicidio culposo doblemente agravado por el exceso de velocidad y alcohol en sangre, es por eso que desde la familia remarcan la importancia del cambio de carátula a homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena que va de 8 a 25 años.
“Hay un dolo directo –dijo el padre de Sofía- el dolo eventual es fortuito, esto fue buscado, Ramoa nunca se preocupó por Sofía muerta, solo se lo vio preocupado por el protocolo y por buscar su celular”.
Está comprobado que Ramoa conducía el vehículo con el que desencadenó la tragedia que se cobró la vida de Sofía y que el choque se produjo sin la participación de otro automóvil, moto o persona que se haya cruzado en su camino.
El punto central del juicio es la calificación penal que apliquen los jueces a la hora de dictar sentencia para encuadrar la conducta de Ramoa antes, durante y después del siniestro vial.
Su abogado defensor, Luis Daveta, dijo que “estamos muy tranquilos y creemos que vamos a conseguir una condena bastante aceptable de acuerdo a lo que estipulamos; Diego está tranquilo, al igual que su familia, además ahora tendrá la posibilidad de hacer un descargo y así decir muchas cosas que tenía guardadas”.
Por su parte, Jorge Pessolano, abogado de la familia Puyó, afirmó que “con el cúmulo de pruebas subjetivas –testimonios- y objetivas -peritajes oficiales y de parte- que tiene los tres cuerpos del expediente, y que no fueron anuladas ni refutadas, entendemos que la carátula de homicidio culposo agravado por dos circunstancias, el exceso de velocidad y el alto nivel de alcohol en sangre, tiene que pasar a homicidio simple con dolo eventual, ya que hay pruebas suficientes que acreditan que el procesado tuvo una intencionalidad de dañar. Asumió el riesgo, usó el peligro de manejar a alta velocidad y desplegó su conducta dolosa hasta alcanzar el resultado”.