Campo Alegre: emotiva celebración del centenario del natalicio de Monseñor Scozzina
Se destacó el protagonismo de jóvenes llegados desde distintas comunidades del interior, así como también de esta capital que acostumbran a recorrer las catorce cruces de maderas que simbolizan esa idea genial de Scozzina que regresó a Formosa para concretarla.
Emotiva fue la jornada vivida en Campo Alegre, una comunidad de cerca de un centenar de habitantes, en coincidencia con la conmemoración del centenario del natalicio del primer obispo de la diócesis de Formosa.
Familiares que vinieron desde Santa Fe y, sobre todo, de la colonia rural donde nació Raúl Marcelo Scozzina, así como integrantes de organizaciones y entidades ligadas al Vía Crucis Formoseño y otras ligadas a la misión eclesial, protagonizaron momentos que consideran inolvidables.
Todos ellos visitaron la capilla de Nuestra Señora de los Pobres en cuyo interior reposan los restos mortales del prelado fallecido hace 10 años en esta ciudad de Formosa a la que eligió como destino de vida.
“Siempre he amado al pueblo formoseño”, manifestó cuando se produjo su regreso tras una ausencia ocurrida tras su renuncia a la jefatura de la iglesia provincial.
Hubo procesiones con cánticos y se destacó el protagonismo de jóvenes llegados desde distintas comunidades del interior así como también de esta capital que acostumbran a recorrer las catorce cruces de maderas que simbolizan esa idea genial de Scozzina que regresó a Formosa para concretarla.
Hubo elogios para su personalidad sustentada por su fortaleza moral y ética y su extrema humildad, sobre todo ponderándose su intensa gestión en favor de los pobres y de los campesinos, en este caso asesorando a la Unión de Ligas Campesinas de Formosa que reclamaban ser propietarios de la tierra donde se habían instalado junto a sus familias y sus sueños.
La capilla fue remodelada y en su acceso se puede apreciar un mural con la imagen de la Virgen María y del obispo emérito.
Recibí las noticias en tu email
El pastor de los humildes
La Fundación del Vía Crucis Formoseño se ha referido con insistencia al obispo emérito de Formosa, monseñor Raúl Marcelo Scozzina, reconocido como el pastor de los humildes y como el religioso que “iluminó a los campesinos el camino hacia la verdad”, defensor de los derechos humanos y amigo personal del obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, que fue asesinado el 4 de agosto de 1976.
El pasado 14 de agosto se conmemoró el Centenario del nacimiento del cura que decidió elegir a Formosa como destino de vida a tal punto que el mismo pidió que sus restos fueran enterrados en una capilla de Campo Alegre, cerca de Pozo del Tigre, donde quedó prendado de la imagen de Nuestra Señora de los Pobres, tallada en madera.
Nacido el 14 de agosto de 1921, en Santa Fe, en una familia de humildes trabajadores de la tierra, descendientes de italianos, había sido consagrado obispo de Formosa el 21 de julio de 1957, a los 36 años.
Scozzina falleció a los 89 años en el Hospital de Alta Complejidad de esta ciudad, donde había sido intervenido. Sus restos fueron velados en la catedral Nuestra Señora del Carmen y custodiados por los efectivos de la guardia de honor Comandante Fontana, con uniformes de época. El Gobierno de esta provincia decretó tres días de duelo.