Acuden a la justicia por la comercialización irregular de combustibles

La Defensoría del Pueblo, acudió a la Justicia para que la venta de combustible se ajuste a las normativas vigentes de la Subsecretaria de Hidrocarburos en lo que se relaciona con las Estaciones de Servicio de todas las Petroleras. En cuanto al “contrabando hormiga” y/o al que se produce mediante barcazas y otros medios, señalaron desde el organismo que “son las Autoridades Nacionales Competentes y las Fuerzas de Seguridad quienes tienen la obligación de decomisar no solamente el combustible, sino también cubiertas y alimentos que son trasladados irregularmente a través de las fronteras”.

El Defensor del Pueblo, José Leonardo Gialluca, denunció que, en los últimos tiempos en nuestra provincia como en otras fronterizas, las naftas y el gasoil se han convertido en un recurso escaso, causado especialmente por el auge del contrabando dada la diferencia de precios, que permite el fomento de este comercio clandestino.

“El comercio clandestino-dijo Gialluca- representa un peligro, no solamente para las estaciones de servicio, para quienes los transportan y además todo el mercado negro ilegal que se ha configurado en este sentido”. 

Indicó que a esto debe sumársele, “la reactivación en diversos sectores económicos que obviamente demandan un mayor consumo de los carburantes y que como en el caso de los transportistas volvieron a expresar su preocupación por el impacto del faltante en sus respectivas actividades, y advirtieron que el mismo se siente de modo particular en las provincias fronterizas, dado que las estaciones de servicio dan prioridad de carga a camiones de países vecinos por el hecho de que pagan más que la tarifa oficial y en dólares". 

Detalló el funcionario que “el auge de la venta de combustible de Clorinda en la zona de Falcón y Puerto Elsa) ha creado una ruta del contrabando de nafta y gasoil. Diariamente, paraguayos cruzan la frontera, donde encuentran el carburante a menos de mitad del precio ofrecido en Asunción. Los puestos clandestinos están vendiendo el combustible argentino de forma precaria, improvisada y sin ningún tipo de control, al igual que muchas estaciones de servicio”.